MIS EXPERIENCIAS CON EL TIMBRADO ESPAÑOL
Aunque soy aún joven, llevo toda una vida metido en este mundo tan apasionante de los canarios. Como suele decirse, tengo la cabeza llena de ellos.
Hace unos años, concretamente desde 1973, me llamó la atención una raza que, hasta hacia bien poco, no se la daba mayor aprecio; El canario <<Timbrado Español>>. Me llamó la atención, porque gozo de un buen oído musical, ya que hice mis pinitos como cantante, y las distintas razas, a excepción del <<Roller y Malinois>>, me sonaban a chatarra con sus estridencias y rascadas, aparte su vulgaridad.
En principio comencé con una pareja de <<Timbrado>>. El macho era bastante malote y la hembra, ¡piche¡ me imagino que también. Criaron un año, criaron, dos y los pájaros no me decían nada nuevo. Criaron tres años y seguían sin decirme nada. Recapacite y me dije; <<Ricardo, hay que aprender buena canaricultura >>, y asa lo. Empecé a visitar a gente, buena en <<Timbrado>>, a escuchar muchos pájaros, a observar la forma, el cómo, el porqué y a sacar la forma el cómo, el porqué ya sacar mis propias conclusiones.
El primer año serio compré un macho a un amigo, no sin antes escucharlo, con un agua maravillosa, unos clocleos y floreos perfectos y notas compuestas como <<escombro>>. En fin, que hoy cualquier buen juez le daría 92 puntos. Crié unos pollos que ya ganaron en Valladolid, pero, para mí les faltaba algo, ¿Qué era? Les <<emborraché de maestro>>.
Al año siguiente empecé la historia de las <<leyes de Mendel>>y los pollos sin escuchar al maestro. Hago el experimento sacando quince machos. Doce tuve que tirar. Quedaron tres, para mis muy malos. Seguí otro año, porque decían que al tercero la cría era <<insuperable>>. Lo único que conseguí fue sacar unos pollos que no hacían <<canto>>, sino más bien <<ladraban>>.
El pasado año tiré todo y compré un macho bueno, con poco timbre, pero con muy buenas notas y calidad. También una hembras de un amigo, que las conocía yo y de la misma línea que el macho.
Yo siempre saco el macho, cuando la hembra se queda. Es la única forma de poder poner, en su momento, el maestro o que se desee. Con el macho cebando los pollos, éste canta de vez en cuando, ¡no me digan lo contrario ¡ y lo hace excitado y mal. ¡Ya están ahí las faltas en los pollos, pues, cantan cualquier sonido y yo creo que no se les olvida jamás¡.
Bueno, este año pasado crie unos pollos, con maestro en su momento, también retirado en su momento, que me han dado resultados satisfactorios, pues quedé tercero en Puerto Real, pues quedé tercero en Puerto Real con 87 puntos y tercero en el.
Nacional de Barcelona con un pájaro que no llegaba al concurso en su plenitud.
Yo sigo y seguiré investigando con un poco de maestros, ya que de otra forma saldrán siempre vulgaridades. A pesar de lo que muchos crean, sin maestro no se hará nunca nada por la cría ni por el buen cantor que es nuestro <<Timbrado>>, pues, aunque ellos llevan cosas innatas, si no se les orienta, ¡ful!
Fíjense en las aves del campo. ¿Qué creen que está haciendo el Jilguero cuando tiene pollos y está cantando en lo más alto, cerca de su nido? ¿De vacaciones? ¡No ¡Esta incitándoles a imitarle el día de mañana. Los de más facultades serán mejores. Los de menos serán peores, pero siempre tendrán algo que les dará calidad.
Por Don Ricardo Gutiérrez