LA ENSEÑANZA DE LOS JÓVENES CANARIOS DE CANTO
Una vez concluida felizmente para el aficionado la temporada de cría de sus canarios de cato, ya sean Timbrado, Harz (Roller) ó Wasterslager (MALINOIS), y pasados los meses precisos para que los jóvenes ejemplares machos hayan realizado y completado totalmente la muda (que habrán hecho en espaciosas voladoras), habrá llagado el gran momento para el canaricultor de proceder a la separación de los canarios en jaulas individuales y empezar la enseñanza del canto. Esta es una tarea esencial en el hacer del canaricultor deportista, porque no basta con criar pájaros para el canto, ya que si no se sabe educarlos y prepararlos para los campeonatos de nada habrá servido el esfuerzo cumplido en su crianza. La educación de los cantores es tan delicada que precisa que el criador sepa discernir, por muy elementalmente que sea, la bondad o mediocridad de las notas o giros del canto, peculiares de una de la raza de canarios de canto, propias de la clase que él posea y tenga que educar. Además de este previo conocimiento también tendrá que poseer retentiva y un oído educado en el canto de que se trate.
También influirá lógicamente en el éxito el que los canarios a educar tengan la debida calidad en su órgano canoro y la inteligencia musical para el canto con condiciones adquiridas desde su nacimiento. Es decir, que el éxito en una buena educación de los pájaros dependerá por un lado de la clase de los mismos y del saber hacer de su criador en el proceso de la educación.
Llegar a formar un tronco o plantel de canarios de canto de gran categoría es una labor complicada, que requiere ciertos cono cientos técnicos sobre las notas de canto y las distintas líneas o direcciones del mismo, siendo en principio imprescindible poder contar, como material de trajo, con un número suficientemente amplio de canarios que le permitan mediante sucesivos años de cría, el desarrollo de un plan de trabajo y selección de los ejemplares técnica y científicamente estudiados, y cuyo resultado final será la obtención del plantel de pura sangre deseado que prestigie al canaricultor deportista. Si en principio no se cuenta con los ejemplares adecuados, difícil será llegar a un buen resultado por grandes que sean la dedicación y amplitudes del criador.
No debe pensarse que es fácil, en principio, el empezar con buen pie la crianza de canarios de canto, ni creer que ha de ser suficiente con gastar mucho dinero en la adquisición de buenos ejemplares machos y hembras, y que con ello y en sola temporada de cría obtener magníficos canarios que compitan en los concursos deportivos con grandes posibilidades de éxito. Esto es algo que, de ocurrir, tenemos que atribuirlo más bien a la suerte o casualidad y que se producirá en excepcionales ocasiones. Desde luego, será necesario hacerse con buenos pájaros, machos y hembras (teniendo muy en cuenta que tanto aporta la hembras como el macho), desde el principio de nuestro trabajo, pero siguiendo en la cría, durante varios años, un método riguroso y una severa selección y educación en las crías que obtengamos, hasta que podamos llegar a la fijación de nuestra propia estirpe de canarios de alta calidad que nos permita seguir con claridad el camino, una vez fijada la estirpe durante cierto tiempo. La labor y el trabajo que se seguirán, indudablemente exigirán como premisa previa y fundamental que el aficionado, además de los conocimientos técnicos indispensables, tenga lo que se llama a alma de criador, que no es otra cosa que tener una paciencia a toda prueba. Respecto a los conocimientos técnicos aconsejamos consulte y estudie artículos aparecidos en revistas especializadas o tratados ya publicados procurando asimilar la teoría del buen canto en las diversas razas de canarios, y por lo que concierne a la práctica, procurando vincularse con expertos criadores, visitando asiduamente sus criaderos y cambiando impresiones con los mismos, escuchando atentamente sus enseñanzas, con canarios delante, sobre la bondad y calidad o defectos de los ejemplares examinados. Igualmente aprendiendo de éstos maestros los métodos de crianza por ellos seguidos y que preconicen como mejores por sus largos años de experiencia.
Un momento importante en la enseñanza de los canarios de canto es el enjaula miento, que debe realizarse en el momento oportuno. Cuando los pájaros jóvenes han terminado totalmente la muda, que han cumplido en grades y espaciosas jaulas de vuelo, es llegado el momento de comenzar a separarlos de sus hermanos y demás pajaros nacidos en la temporada, procediendo a encerrados en las jaulas individuales en las que serán presentados a los concursos.
Apartide entonces empezarán los problemas y la labor concienzuda y metódica que el canaricultor debe cumplir sin desmayo y sin importante las dificultades que surgirán en su camino, ya que el triunfo y la satisfacción le acompañen al final, debe saber que se representarán siempre, aun cuando cuente con un linaje de canarios de mucha calidad, por lo que su trabajo personal y dotes de observación serán fundamentales para el éxito que busca.
La preparación de ejemplares debe comenzarse por los que hayan terminado completamente la muda, por lo que debe servimos de orientación. Los que no hayan completado aún su muda se dejarán para más adelante. En los estantes que hayamos preparados colocaremos todos los canarios machos y si hubiese hermanos es con viniente ubicarlo uno al lado del otro. Durante los primeros quince días no es preciso efectuar la separación, mediante cartones de división, de los ejemplares, pero pasado ese tiempo si lo será ya que a medida que avanza el desarrollo y progresión del canto es muy conveniente que no se vean los pájaros. El recinto debe irse obscureciendo de forma progresiva día, a día de forma que los primeros días tengan luz durante una buena parte del mismo, hasta llegara a una penumbra total, que se el medio idóneo que los pájaros noveles se concentren en el estudio del canto, estén tranquilos y asimilen rápidamente. Durante este periodo inicial del aprendizaje debe escucharse a los canarios en sus canarios en sus inicios cantores y aquellos que tengan notas discordantes, agudas o estridentes, o sea de pésima calidad, deben separarse del resto de los alumnos, procurando siempre seleccionas y quedarse con los que tengan un repertorio similar en tonos y variedades de giros.
Mediante el empleo de una cortina de color azulo negro se les irá dando mayor o menor luz en un proceso paulatino. A primera hora de las mañanas se les dará durante un rato luz amplia, oscureciendo después el recito y dejando siempre un ejemplar adulto de buen canto, que sea del estilo o línea de los pichones ,y sobre todo que no tenga defectos en el mismo que puedan imitar los aprendices También debe irse acostumbrando a los canarios a estar con luz eléctrica, teniendo en cuenta que posiblemente algunos de los concursos en los que algún día puedan llegar a participar tendrán que hacerlo en una cabina o habitación con luz artificial. Esta operación se debe repetir diariamente durante cierto tiempo e ir observando el desarrollo del canto de los ejemplares entrenados. Aquellos pájaros que se observe la presencia de faltas notorias en sus notas convienen separarlos y alejarlos de los otros.
De esta forma, en un plazo de un par de meses, se completará el aprendizaje. Una pos tenor preparación consistirá en sacar los pájaros del armario y colocar cuatro jaulas en vertical sobre una mesa, unas veces con luz natural y otras con luz artificial.
Sentándonos enfrente de ellos en la mesa, los iremos acostumbrado a la futura presencia del Juez calificador y de paso podremos escúchalos de forma más directa para damos cuenta de sus progresos y calidad, lo que facilitará su selección. En las jaulas correspondientes podremos unas señales distintivas que nos indiquen los que, a nuestros criterio, parezcan mejores por su repertorio de notas, de los menos buenos y de los mediocres o muy malos, aunque debemos tener presente que ésta será en principio una selección provisional, ya que está demostrado que con el trascurso de las semanas los pájaros seguramente cambiaran a medida que desarrollan su canto. Es muy conveniente también, de cara a su preparación para el concurso y se encuentren con el juez o jueces delante, a los extrañen y canten alegremente y sin temor.
Cuando los canarios no están preparados debidamente se dan muchos casos de que no cantan en el concurso, se pasan sin cantar, o lo hacen de forma cortada, sin fe, sin entusiasmo y sin ligazón en el poco repertorio que llegan a emitir, todo ello para desesperación del aficionado criador que los ha presentado y para abatimiento y aburrimiento del propio. Juez que tiene que permanecer durante 20 o 30 minutos esperando pacientemente que aquellos pájaros hagan algún sonido.
¿De quién aprenden el canto?
Esta cuestión preocupa a todos los aficionados, y es aquí donde entran en juego las denominadas “líneas de canto “. El aficionado piensa que la enseñanza de sus canarios noveles debe encomendarse a los ejemplares adultos que posean un buen canto, de la mejor calidad, completos de repertorio y sin acusadas faltas. Pero aún contando con esos canarios con un canto perfecto, no hay que creer que ya tenemos resuelto el problema, porque siendo importante poseer en el criadero canarios adultos con el canto excelente y sin faltas, debemos pensar que esos maestros transmitirán sus cualidades y bondades con más facilidad a sus propios hijos, procedentes de hembras de similar origen, o sea a los pichones que sean de la misma “línea de canto “del padre. Aunque la misión de enseñar este a cargo de excelentes canarios adultos, no debe pensarse que se asegura un canto similar en todos los pichones aprendices. En general, en los grandes planteles, del 10 al 15 por ciento de los ejemplares están dotados de las condiciones necesarias para obtener éxito en los concursos en que participan.
En algunos casos, la enseñanza paulatina del canto de los canarios se realiza con igual eficacia que la que efectúan los profesores adultos por los ejemplares jóvenes que están aprendiendo, ya que los más precoces, los mas adelantados, los que primero destacan por las cualidades y variaciones de su incipiente repertorio, son los que se encargan de conducir al resto de sus hermanos y demás alumnos.
Es importante que el aficionado no se amilane por las dificultades que pueda encontrar, que siempre existirán, aunque cuente con un plantel de la mejor calidad, ya que a lo anterior debe unir sus propias aptitudes personales mediante las cuales observe los motivos de las dificultades con que se encuentre y estudiándolas pueda superarlas y vencerlas.
Por José L. Clemente Lillo