CRIA DEL TIMBRADO ESPAÑOL. TOMAS VALENZUELA, EMAIL: tomas.valenzuela@ymail.com
   
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  EL CANTO EN LOS PÁJAROS
 

Los tres articulos del señor Fausto Rodríguez de Viguri en una unica entrega, que la disfruteis.


 

EL CANTO EN LOS PÁJAROS

Por Fausto Rodríguez de Viguri

 

Presentación

 

     Antes de comenzar a exponer los temas que voy a desarrollar, y que aparecerán en los sucesivos números de esta revista, si su dirección lo considera oportuno, pienso que es cortesía preséntame y expresar lo que pretendo con este trabajo.

 

     Mis datos personales son los que figuran en el encabezamiento, los cuales he rogado a la redacción que incluya en las partes que por motivos de motivos de espacio de edición considere necesario dividirlo, con objeto de poder establecer un intercambio de opiniones, ideas, y experiencias, con todos aquellos aficionados que lo consideren oportuno, a la vista de las investigación, experiencias, opiniones expresadas en el mismo.

 

     Soy criador del Timbrado Español, variedad a cuya reproducción y selección me dedico “en serio”, desde aspirante a juez. Estoy suscrito a varias revistas nacionales y extrajeras sobre ornitología, canaricultura, e investigación científica en general, aunque quiero dejar bien claro que sólo soy un aficionado a estos temas y no poseo ningún tipo de titulación oficial referente a los mismos.

 

     El trabajo que a continuación voy a desarrollar, está basado principalmente, en las investigaciones sobre el canto de los pájaros, del canario en particular, que durante muchos años han realizado algunos de los más prestigiosos ornitólogos mundiales, y cuyas conclusiones aparecen de tarde en algunas revistas científicas especializadas que no suelen llegar al bran público, y por tanto, tampoco aparecen en las más conocidas revistes sobre canaricultura, por lo menos de ámbito europeo. La otra parte que completa el trabajo está apoyada en mi experiencia personal, y la de otros criadores de razas de canto, que he ido conociendo en el transcurso de estos años de afición.

 

     El fin por el cual me decidí a ponerme delante del ordenador durante varios meses para dar forma a estas líneas, no es otro que hacer llegar a toda la afición de las variedades de canto el resultado de las      investigaciones que sobre esta facultad de los pájaros, se vienen realizando en algunos países por diversos investigadores, y que nos van descifrando poco a poco los secretos de esta maravillosa cualidad de los mismos, con objeto de que podamos ir sacando conclusiones que nos permitan avanzar en las técnicas de cría, selección, y enseñanza de nuestras variedades de canto, y de esta forma ir mejorando y o modelando el repertorio de nuestros animales.

 

     Este extenso trabajo ha sido dividido en tres capítulos:

 

1- ¿Por qué cantan los pájaros?

 

2- Cómo cantan los pájaros.

 

3-Cómo aprenden el canto  los pájaros.

 

     1- ¿Por qué cantan los pájaros?

 

     Para los etólogos (biólogos que estudian el comportamiento y las costumbres de los animales de los animales), las vocalizaciones que forman el canto de los pájaros tienen un enorme interés, ya que constituyen señales de comunicación, y sirven de esta manera para mantener una vida social. En general estas vocalizaciones se las divide en dos categorías: los gritos y los cantos. Los gritos son señales breves emitidas durante todo el año, tanto por el macho como por la hembra. Los cantos son señales más complejas, que generalmente emite sólo el macho. Es relativamente fácil dar un significado a los gritos observando el marco concreto en que son emitidos habitualmente: durante el transcurso de los vuelos o de los reagrupamientos, cuando aparece un enemigo, con las conductas agresivas, las paradas sexuales o las cópulas, durante la alimentación de las crias, etc… Un estudio muy completo sobre los gritos y su significado en los pinzones vulgares fue realizado y publicado en un libro por el investigador Marcel Ruelle. Como curiosidad de lo en él recogido se puede extraer que el grito “wign” (esta es la representación onomatopéyica en el  idioma valón), se emite cuando el pájaro esta de mal humor y quiere imponer silencio a sus congéneres, el grito “Grouler”) sire para intimidar a un adversario, “Trip” o “Trap “es el grito de “guerra “, etc.

 

     El significado de los gritos lo hemos podido abondos en nuestros criaderos asociando rápidamente minado grito emitido por los canarios en un puto concreto: llamada de la hembra al macho, después de un accidente, alarma al ser cogido en petición de alimento desde el nido por la hembra jías, etc... De esto se deduce que cada grito tiene canción particular que es muy importante para la cria de las aves, tan importante como los cantos. Algún día los canaricultores de canto podremos ir de un catálogo con la onomatopeya y el significan de los gritos de los canarios que nos permitan poder mejor sus necesidades y su vida social. En instigaciones y la observación de los aficionados estar la clave.

 

     El canto requiere un estudio más profundo. Sus eso son múltiples y a menudo difíciles de idéntica mientras que todas las aves emiten gritos, sólo las cantoras (llamadas científicamente oscinas ), que parte de las especies más desarrolladas, poseen los progresos técnicos de los últimos años están ende a los investigadores disponer de medios poder efectuar el análisis acústico de las señales si durante el canto. Esto ha hecho posible conque cada especie de ave posee cantos que le son lo que permite a los congéneres identificarse sin o cual es muy necesario en el medio natural en el ven, mas si pensamos que los colores de los unos están concebidos para confundirse con el Algunas veces las diferencias vocales son incluso importantes que las diferencias morfológicas. La acción de este hecho la tenemos los canaricultores cuando podemos observar tres variedades de canto de forma y color parecidas, y cada una con un canto muy diferente, a las que hemos clasificado como canto roller, Malinois, y timbrado…, por ahora.

 

     Las diferentes especies pueden caracterizarse atendiendo a diversos criterios, la duración del canto, por ejemplo, varia mucho de una especie a otra. Aunque los cantos son muy diferentes de una especie a otra, hay también notables diferencias dentro de la misma especie, tanto en el aspecto individual como en el geográfico. A nivel individual, se ha comprobado que un ave posee generalmente varios tipos de cantos que forman su repertorio propio (un tipo se caracteriza por el orden constante de las silabas y las frases que lo constituyen). Los pinzones disponen habitualmente de dos o tres tipos de cantos diferentes, pero algunos pueden poseer seis, mientras que otros no tienen más que uno.

 

     En cuanto a los tipos de cantos, o mejor dicho (entre canaricultores de canto), diferentes “canciones” que un canario puede emitir en el transcurso de su repertorio, todos los criadores hemos comprobado que dependiendo del individuo, hay ejemplares que se limitan a repetir siempre la mima canción, otros, la mayoría, utilizan de dos a tres, y los ejemplares de facultades excepcionales pueden llegar como los pinzones a cinco o seis. Este es otro de los campos en que los criadores deberíamos investigar, e incluso preguntarnos si en nuestros reglamentos de canto sería conveniente valorar esta capacidad de los individuos de emitir un mayor número de canciones durante la emisión de su repertorio, aunque entiendo que esto  sería añadir una dificultad más a la de por sí ya difícil misión de los jueces, que entonces tendrían que discernir el numero de canciones que emite el pájaro y no solo la calidad de las notas y la armonía del canto como hasta ahora se hace.

 

     Hay también diversidad geográfica: dos congéneres tomados al azar en el área de repartición de su especie tienen raramente cantos idénticos, o incluso frases o silabas comunes. Las similitudes aumentan con la proximidad geográfica, constituyendo lo que los etólogos llaman el “dialecto” una sílaba o una frase son características de una región o de una población. Los dialectos han suscitado bastantes teorías en cuanto a su significado. Una de las más convincentes dice que los dialectos reducen el flujo de genes entre las diferentes poblaciones de la misma especie. Estas poblaciones están asociadas a diferentes microclimas y se cree que los dialectos permiten que sólo se crucen entre sí los individuos pertenecientes a la misma población que son los que están mejor adaptados al mismo, habiéndose comprobado que las hembras se sienten más atraídas por los machos que canta con el dialecto de su población, que por aquellos de otras poblaciones diferentes.

 

     Este hecho del “dialecto” lo podemos observar fácilmente los criadores de razas de canto en nuestros criaderos y los de nuestros amigos, al comprobar que no hay dos criaderos en los cuales los canarios, dentro de la misma raza o variedad de canto, canten exactamente la misma canción, comprobándose que en cada criadero hay notas o estrofas que son características del mismo y no se repiten de idéntica forma en los otros. En termino coloquial lo llamamos “línea de canto del criador”. La parte que nos cabria investigar a los criadores, es si las hembras que se han criado en un determinado criadero, a la hora de elegir libremente (hay que entender esta palabra en su sentido exacto como en la naturaleza) macho, prefiere a los que cantan con la línea de canto de su criadero o le es indiferente. Los resultados obtenidos nos permitirían comprender muchos comportamientos de las hebras con los machos a los que ahora damos explicaciones bastantes erróneas.

 

     La diversidad de los cantos dentro de la misma especie presentan sin embargo límites sin los cuales los congéneres acabarían por no reconocerse. De ahí que en cada especie exista un modelo de canto impuesto por motivos de orden anatómico, fisiológico, comporta mental y ecológico. El peso corporal, por ejemplo, impone al canto una cierta estructura; cuanto más ligera es la especie más agudo es su canto, con un ritmo rápido.

 

     El modelo de canto se manifiesta en todas las especies. Las reglas precisas de la construcción de los cantos han sido la base de algunas de las investigaciones del alemán H. R. Cuttiger, quien después de haber estudiado algunas especies de fringílidos (canarios, verderones, jilgueros), notó que cada una posee sus propias reglas de construcción, que afectan especialmente a la organización temporal de las sílabas, de las frases y de las secuencias del canto. Cuttiger observó que los verderones machos criados por canarios imitan sílabas y ciertas frases de su padre adoptivo, pero conservando las reglas de organización temporal del “canto verderón” Este investigados cree que el programa genético de cada especie controla el aprendizaje del canto y el desarrollo del sistema nervioso, el cual determina una estructura y un funcionamiento que imponen ciertas reglas de construcción del canto. De aquí la dificultad de aquellos criadores que con el difícil objetivo de aumentar el repertorio de sus pájaros utilizan como maestros pájaros silvestre, y que dependiendo de la técnica que utilicen para el aprendizaje, como posteriormente se explicará, obtienen unos resultados más o menos satisfactorios, pero la mayoría de las veces las notas o giros que logran introducir en el canario, o son estridentes o rompe el ritmo de emisión de la canción del canto original que intentaban mejorar.

 

     Limitaciones de comportamiento, como la tradición oral, limitan también la diversidad de los cantos. Se sabe que los cantos de ciertas especies (mirlo, pinzón) dependen notablemente del aprendizaje. Estos pájaros, que en la naturaleza no viven mucho más de cinco años, han dado lugar a un gran número de generaciones desde su implantación. Según Michel Kreutzen de la universidad de Paris, hay que admitir, en consecuencia, la existencia de una “tradición oral” que mantiene la especificidad de los cantos de generación.

 

     La influencia de las limitaciones ecológicas también tiende a reducir la diversidad de los cantos. Se ha podido comprobar que la tonalidad de los cantos es más grave en un medio denso (selva ecuatorial) que en un medio abierto (sabana). Así se observa, sobre todo, en las especies de cantos agudos, pues los escenarios naturales absorben rápidamente los sonidos. Es pues, para adaptarse a estas limitaciones del medio, que las especies selváticas tiene una tonalidad más baja en sus canto, a fin de aumentar el alcance del alcance del mismo. Murtón, de los Estados Unidos, se ha dedicado a la conclusión de que dos especies próximas que vivan en medios diferentes manifiestan diferencias acústicas que se explican ofendiendo a las leyes de la propagación del sonido.

 

Estas investigaciones nos pueden servir a los criadores para observar cómo varían las características del canto de nuestros pájaros cuando les variamos las condiciones acústicas del medio en el cual viven, por ejemplo, como varía el tono, el timbre, y la intensidad del canto de los pàjaros que viven en una habitación de tamaño reducido, comparado con la de otros que viven en una de amplias dimensiones, o entre aquellos que vi en en un lugar silencioso con otros de uno ruidoso, o la diferencia entre dialectos de canto (líneas) según las características acústicas de los criaderos de donde proceden, etc. Estos estudios nos permitirían descubrir que los canarios canten con las características que nosotros deseamos, y porque cuando traemos un canario de otro criadero con unas determinadas características en su canto, va variando poco a poco las misma para adaptarlas a las condiciones del nuestro, en la mayoría de las casos para nuestro pesar, ya que lo trajimos para aportar al nuestros características de las que carecíamos. Aunque hay que dejar bien claro, que estas  características del medio donde viven los pájaros no son las únicas que producen variaciones en los “dialectos” de nuestros canarios.

 

     Uno de los perjuicios del cambio repentino del  medio que repercute en el cambio de las características del canto de nuestros pájaros, lo hemos observado algunos criadores en los concursos en los cuales se utilizan cabinas de madera cerradas de unos 2x1, 5xi, 8 metros para enjuiciar dentro de ellas a los canarios. En estos concursos una parte de los pájaros. En estos concursos una parte de los pájaros que no han sido entrenados a cantar y escucharse dentro de un pequeño recinto donde el sonido rebota en las paredes y le vuelve al pájaro multiplicado en su intensidad, y no le permite distinguir correctamente ni su canto ni el mensaje de sus otros compañeros de enjuiciamiento, les hace o permanecer en silencio durante el tiempo de enjuiciamiento o emitir un canto diferente del que estaba habituado. De aquí la importancia de saber cómo se va a enjuiciar en un concurso para entrenar a los canarios en consecuencia.

 

     A pesar de ser necesario cierto modelo en los cantos para que se puedan diferencias, una cantidad de diferenciación es necesaria igualmente para evitar la monotonía y la costumbre que harían perder al canto su eficacia. Hawthorne, de los EEUU, piensa que los cantos deben de tener un nivel mínimo de monotonía.

 

     En su opinión, los cantos continuos o muy largos, deben de ser variados porque si no, la continuidad consecuente con la monotonía implicaría rápidamente una costumbre.

 

     Los canto discontinuos, de uno o algunos segundos, pueden ser menos variados si son repetidos con intervalos de tiempo prolongados al “romper” este distanciamiento temporal la monotonía. Por el contrario, no parece que haya ninguna correlación entre la duración de los cantos y la diversidad de repertorio.

 

     También en los Estados Unidos, Konishi, mostró que la sensibilidad auditiva a las frecuencias varía de una especie a otra y depende de características tonales del canto emitido por la especie. Las aves de canto agudo son más sensibles a esas frecuencias que las que omiten cantos graves. Sin embargo, la gama de frecuencias percibidas por los pájaros cantores es más amplia que la de frecuencias emitidas, sin duda porque la audición no está sólo ligada a la comunicación, sino también a la percepción de los ruidos procedentes del medio, como por ejemplo, los que delatan la presencia de un enemigo mientras el animal está cantando, de esta manera un ave puede seguir oyendo a pesar de estar en pleno repertorio. Esto puede explicar en nuestro caso, que las crias mientras están “repasando” estén escuchando al mismo tiempo otros cantos algunos de los cuales intentan imitar.

 

     Los trabajos de Konishi revelan también que la gama de frecuencias audibles es más estrecha en las aves que en el hombre, lo que invalida la idea generalmente admitida de que las aves cantoras son sensibles a frecuencias inhundibles para el oído humano. Konishi estudió igualmente la agudeza auditiva de algunas especies cantoras y mostró que para que los sonidos sean percibidos como distintos basta que el intervalo que los separa sea de 1 a 2 milisegundos (la milésima parte de un segundo). De esta forma, en una banda de frecuencias son capaces de diferenciar sonidos muchos más rápidos y mejor que nosotros.

 

     Pero, ¿qué funciones cumple el canto de los pájaros, o más sean cilla mente, para qué sirve?.

 

     Al principio de la primavera el canto permite a la vez establecer un territorio y atraer a las hembras, señalando el lugar en que el ave emisora del mismo está instalada. En 1.980, C. Cachpole, de la universidad de. Londres, demostró que el canto permitía a las hembras escoger el macho, y cuanto más diversificado era el repertorio del mismo, más rápidamente se apareaba. D. E. Kroodsma comprobó que las hembras de canarios que oían cantos variados de congéneres construían más rápidamente su nido y ponían más huevos que las hembras expuestas a cantos monótonos. Esto puede tener relación con el mensaje que esta diversidad del canto del macho significa para la hembra, pues no debemos olvidar que los animales en la naturaleza tiene como fin la supervivencia de la especie, y un canto muy diversificado podría significar que el animal está en una perfecta forma física que permitiría a la hembra seleccionar entre diferentes individuos al mejor para perpetuar la especie. F.Wasserman, de los EEUU., ha calculado que el escribano de garganta amarilla canta cuatro veces más antes de hembra se pone a cantar como antes del aparcamiento. Esto viene a corroborar la necesidad que tiene el macho de transmitirle a la hembra que sus condiciones son también lo observamos los canaricultores durante la época de cria, pero quizás podríamos investigar desde este punto de vista, porque hay hembras que no aceptan al macho que le hemos elegido, lo cual solemos justificar diciendo que le hemos elegido, lo cual solemos justificar diciendo que el macho es demasiado agraciado agresivo en su celo y eso molesta a la hembra, y lo que podría suceder, es que el mensaje que está recibiendo la misma en el canto del macho no le agrada, bien porque este escuchando otro mensaje de otro macho que le inspire más garantías para su misión de perpetuar la especie, o bien porque en dicho mensaje hay elementos que no entiendo, o  considera extraños (¿dialecto diferente?), o le dicen algo que no le agrada desde el punto de vista genético y que nosotros todavía no podemos comprender, Bueno sería que investigásemos en este sentido e intentásemos descubrir que características de los cantos de nuestros pájaros agradan al mayor número de hembras, cuales les desagradan, y si hay dentro del repertorio de los machos notas que signifiquen para las hembras mayor “calidad” del macho desde el punto de vista de la reproducción.

 

     Según ciertos investigadores, el canto posee sobre todo una función agresiva y territorial. La disminución de la frecuencia de los cantos del apareamiento seria consecuencia de que ya no necesitan “gastar” tiempo en esta función, y ahora aprovechan este tiempo en esta función, y ahora aprovechan este tiempo en otra actividades más necesarias como ayudar a la hembra en la búsqueda de un lugar para nidificar, en la compresión del nido, dar de comer a las crias, etc. Pero si el macho oye a competidores vencimos otra vez su canto con objeto de dejar bien claro cuáles son los límites de su territorio. Esto también lo observamos los criadores en nuestros aviarios, pero con la diferencia de que los canarios en cautividad no tienen que dedicar tiempo a buscar “cosas “ para subsistir como sucede que necesita, con lo que pueden dedicar más tiempo a delimitar su territorio con el canto, a competir entre ellos en la demostración de sus cualidades físicas mediante el mismo si lo creen necesario, siendo esta una variación comporta mental que la “domesticación” por el hombre ha provocado, haciendo a estas aves más cantoras de lo que serian en la naturaleza al disponer ahora de más tiempo.

 

     En muchas especies, los machos continúan cantando una vez aparcados, pues esto les permite mantener la unión con la hembra, ya que la hembra al oír el canto del macho siente su presencia, y con ésta sabe que su territorio está protegido, y que podrá contar con él para sacar adelante a las crías. Esta sensibilidad de las hembras al canto de los machos se manifiesta también en otros terrenos, así se ha comprobado que el canto del macho estimula la maduración hormonal de la hembra y esto actúa sobre el cielo reproductor. De esta forma podemos explicamos los canaricultores las dificultades que a veces encontramos cuando queremos que las hembras críen solas sin los machos, principalmente al ser primerizas. Así, al dejar la hembra de escuchar a “su” macho, por instinto natural se siente insegura al pensar que no tiene quien le defienda su territorio, ni quien le ayude en la crianza de los hijos, con lo que se puede producir un cambio hormonal que le paraliza o ralentiza el periodo reproductor, y entonces observamos como estas hembras abandonan el nido dejando de incubar los huevos o incluso si su temor natural es grade, dejan morir las crias en el nido. Por eso conviene, si se pretende criar con hembras “solas”, que éstas escuchen a “su “macho aunque estén separadas de él para que sigan pensando que éste continuará cumpliendo su función reproductora aunque no lo vean. Alguno pensará que entonces cómo es posible que haya hembras que son criadoras sin macho. La respuesta es fácil si observamos cuales son las diferencias que existe en nuestro criadero con respecto a la naturaleza, ya que en la misma es casi imposible que especies en que la pareja debe complementarse en la crianza de los hijos puedan terminar con éxito el periodo reproductor al faltar uno de los congéneres, sobre todo en las primeras etapas del mismo. La primera y fundamental diferencia es que, generación tras generación, vamos alterando el patrimonio genético de nuestros animales, y cada vez, paso a paso, se van alejando del miedo instintivo natural, ya que su instinto se va trasformando en un instinto “artificial”, es la .Ley de Darwin de la evolución de las evolución de las especies para adaptarse al medio en que habitan. Otra diferencia con respecto a la naturaleza, es la alteración en el sistema hormonal de nuestros pájaros que los criadores producimos con la alimentación, la luz artificial, los medicamentos, e incluso con hormonas, esto hace que el ciclo reproductor se desarrolle a pesar de los inconvenientes naturales. Lo dicho lo podemos observar en los jaulones de hembras solas durante el periodo reproductor, en los cuales las hembras entran en celo a pesar de no tener un territorio, ni quien lo defienda, un nido, etc, lo cual sería raro en la naturaleza. Por tanto, la selección de las hembras que son buenas criadoras sin macho es una creación artificial nuestra, que se va mejorando eliminando de este sistema de cria a aquellos ejemplares que su evolución genética no les permite llevarla a cabo, aunque hay hembras       que una posterior adaptación al siente o inconscientemente por el criador, hace que pierdan el miedo natural, y posteriores nidadas puedan sacarlas solas adelante.

 

     Los etólogos, han comprobado que los cantos llevan informaciones relativas a diferentes niveles de la organización social de las aves. En muchas especies, las aves son capaces no sólo de reconocer a un congénere sino igualmente de saber sí de su mismo dialecto y hasta darse cuenta si se trata de un vecino. El nombre técnico que se da a estos tres niveles es: reconocimiento especifico (individual), reconocimiento geográfico (dialectos), y reconociendo de vecinos. Esto lo hemos podido comprobar los canaricultores de canto cuando entrenamos nuestros equipos para los concursos y observamos que si componentes del mismo se reconocen e incluso se buscan en cuanto son puestos encima de la mesa para que comiencen su repertorio.

 

     Pero no todas las características del canto son útiles para la información en igual grado, así la forma de las silabas es menos importante que la sintaxis (organización de las silabas dentro de la canción). Para los criadores e incluso para los jueces también es más fácil distinguir la composición de una determinada silaba, a la que llamamos “nota”. Que diferenciar una “estrofa” del canto por su sintaxis. Sin embargo, no se ha podido asilar unos parámetros que contenga por sí sola el reconocimiento individual del individuo que lo emite. Hay en todas las aves canoras una gran duplicidad en la información, si un parámetro sufre una distorsión o si es suprimido, el ave se servirá de otro parámetro de identificación. No poseen pues una única estrategia para reconocerse sino varias que pueden suplirse. J.C. Bremond ha mostrado, que se podía amaestrar un chochín con un canto construido a partir de sílabas de ruiseñor común, con la condición de disponerlos conforme con la sintaxis de la especie chochín. Pero sin embargo, en la naturaleza un chochín jamás reacciona a un canto ruiseñor y al revés, ya que la organización de sus cantos (sintaxis) son diferentes. Pero, además, un chochín reconoce un canto construido co sílabas de chochín, incluso cuando se ha suprimido la sintaxis, en este caso el ave no repara en la sintaxis sino en las sílabas. Esto demuestra que el reconocimiento individual no necesita de la presencia de todas las características del canto, Esta duplicidad de las informaciones trasmitidas con el canto permite asegurar a los mensajes una gran fiabilidad, y asi sean cuales fuesen los ruidos encontrados en el medio acústico, las aves podrás percibir parámetros del mensaje que, por sí solos, serán suficientes para señalar quien es el emisor.

 

     En las investigaciones con los chochines se demostró que las reacciones de los mismos eran más intensas cuando oían cantos de su propio dialecto, y surgió la pregunta de qué funciones cumple este fenómeno, Como ya se dijo anteriormente, algunos autores opinan que podría favorecer una reproducción de tipo endogámico ( que se realiza solamente entre los componentes de esa misma población), al intentar machos y hembras aparearse en la zona geográfica donde son emitidos los canto de su dialecto, y de esta manera la endogamia aislar un grupo evitando la entrada de genes extraños y facilitando la adaptación a las condiciones ecológicas locales. Sin embargo, los análisis genéticos realizados, no permiten por el momento ni excluir ni mantener dicha hipótesis. En este punto, yo personalmente no he encatrado nunca dificultades en cuanto a la aceptación de la parejas cuando he introducido en mi criadero ejemplares provenientes de otros y por tanto con otro dialecto, pero la verdad es que tampoco he dejado a la hembra elegir libremente.

 

     Por otro lado, el reconocimiento de los vecinos, se traduce en un descenso de la agresividad en las relaciones territoriales y sociales, al saber cada individuo el lugar que ocupa el otro en el aspecto geográfico como social. Los vecinos son menos peligrosos, puesto que ya poseen un territorio, además, un ave desperdiciaría su tiempo y sus energías si se pusiera agresiva cada vez que canta un vecino. Sin embargo, las reacciones de agresividad aumentan ante los cantos de congéneres extraños. Esto también lo hemos podido comprobar los canaricultores cuando cambiamos uno de los ejemplares de un equipo de canto por otro individuo extraño, produciéndose diferentes fenómenos sociales según sean las características de los individuos. Así, si el nuevo ejemplar emite un canto que le indica a los otros que es más poderoso físicamente, los otros se callaran, hasta que con el trascurso del tiempo estos comprueben que el nuevo no les ataca. Si hay alguno que se considero so como el nuevo individuo competirá con él en el canto, y esta competición será más reñida cuanto más cerca se sientan los pájaros. Si el nuevo individuo se siente inferior no cantará hasta que por el transcurso del tiempo vaya cogiendo confianza al ver que aunque es inferior no es atacado confianza al ver que es inferior no es atacado. Cuando con el “status” territorial y social se ha estabilizado, esta competición por  la supremacía del grupo cesa y cada uno asume su nuevo puesto social, es cuando el criador nota que el canto del equipo es más “reposado” e incluso le parece más armonioso al descender el vigor de la lucha que con el mismo realizaban los individuos. Por eso cuando por diversos motivos debemos mayor éxito en logras su armonización en el canto si los animales ya se conocen, bien por ser familiares, o por haber estado en la misma habitación. Igual proceso se produce al introducir un nuevo individuo en el criadero, pero aquí además se produce el hecho de que el nuevo individuo comienza a cambiar su canto para adaptarlo a las variaciones dialectales que encuentra en el nuevo, y de esta forma no ser considerado extraño, principalmente por la hembra.

 

     Al terminar esta primera parte querría sacar como conclusión para todos los aficionados a las variedades de canto, la gran importancia que tienen para nuestros canarios cantores el medio artificial en el cual viven, no sólo por las características acústicas del mismo, que van hacer que los pájaros ejerciten, un o unos determinados parámetros del canto, sino también porque nuestros canarios con su canto lo que pretenden no es aproximarse a la planilla que nosotros artificialmente le hemos creado, sino transmitir a sus cogeneres una información que en el fondo no es más que una información genética que permitiría, si so encontrasen en la Naturaleza, que la especie se seleccionase para su supervivencia, ya que los individuos que expresasen en su canto una información de mayor fortaleza y vigor, no tendrían competidores y atraerían a las mejores hembras desde el punto de vista genético. Pero nosotros hemos cambiado este sistema a natural, y lo que pretendemos es que el canto de nuestros canarios tenga unas características que se adapte a unos cañones de belleza que hemos definido en unas planillas, y además estos cañones los solemos cambiar con mucha frecuencias desde el punto de vista del tiempo necesario la evolución natural. Entonces surge clave de que cómo podemos hacer cambiar en el canto de nuestros canarios las silabas y la sintaxis para adaptarla a nuestros gustos. Algunos “secretos” sobre esto ya lo conocen los criadores experiencia (que es en lo que se basa la ciencia), y un poco de luz sobre este asunto yo pretendo hacer llegar a la afición con este trabajo, pero lo que sí está claro, es que en el mundo natura; todo tiene una explicación, y las cosa no curren al azar, o por suerte como nosotros, decimos, por lo que si queremos cambiar algunas características del canto de nuestros canarios tendremos que conocer primero en que está basado el mismo y para qué y cómo lo utilizan, así podremos introducir poco a poco variaciones que él pueda asimilar, y si las juzga necesarias para su comunicación social en el medio artificial que le hemos creado las desarrollará a su descendencia. Nuestra misión como criadores y por tanto seleccionadores es crear esto ambiente artificial que facilite el desarrollo de estas nuevas características de su canto, y hacerle las mismas necesarias para su comunicación social, amo el pájaro no las asimilará porque para él no tiene objeto el desgaste genético que suponen los cambios.       (Continuará)


 

EL CANTO EN LOS PÁJAROS (2ª parte)

 

                   2- Cómo cantan los pájaros.

 

     En los pájaros, como en los mamíferos, la vocalización se produce en un órgano situado en el trayecto vías respiratorias. Pero mientras que el hombre este órgano, la laringe, está situado en la parte anterior del trayecto respiratorio, encima de la tráquea, el aparato fonador de los pájaros está situado muy profundamente en el interior de la cavidad torácica. Hay en los pájaros una laringe situada más arriba, a un nivel comparable a la del hombre, pero al parecer se encuentra poco o en absoluto ligada a las vocalizaciones propiamente dicha. Su función se reduce a la protección de las vías respiratorias que cierra durante la ingestión o la regurgitación de los alimentos.

 

     La comparación con el aparato vocal de la especie humana tampoco permite explicar realmente el canto de los pájaros. En el hombre, los sonidos son producidos a nivel de la laringe, mientras que la parte superior del aparato respiratorio (faringe y boca), donde se efectúa la articulación propiamente dicha, desempeña un papel esencial al modular la producción sonora. En los pájaros, por el contrario, el papel de la cavidad bucal es al parecer nulo o muy pequeño.

 

     El verdadero órgano vocal de los pájaros fue denominado siringe por el naturalista inglés. Huxley en 1871. Su posición, muy profunda, le confiere una excepcional particularidad. En la mayoría de los pájaros, la siringe está están situada al final de la tráquea, en la bifurcación de ambos bronquios (los bronquios son conductos para el paso de aire que nacen de la división de la tráquea y que penetran en los pulmones). La siringe se encuentra dividida en dos fuentes sonoras completamente independientes, ya que cada bronquio posee su propia media siringe (fig.1),  este sistema permite a algunas especies emitir varios sonidos distintos a la vez. Fenómeno este que hemos reflejado los canaricultores en la planilla del Timbrado Español bajo el epígrafe de la nota “variaciones conjuntas” (planilla FOCDE), o “dúos” (planilla FOE).

 

     Los estudios llevados a cabo por distintos investigadores han demostrado que la siringe es el resultado de una modificación de los primeros anillos bronquiales. Entre el grupo de las paseriformes (al cual pertenece el canario), estos anillos están reducidos a la mitad, el resto, limitado a la parte mediana, quedan transformados, el resto, limitado a la parte mediana, quedan transformados en una membrana; la membrana timpa ni forme interna, Por tanto, existen dos membranas de este tipo: una a nivel de cada bronquio (fig.2).

 

     Antes de intentar comprender como funciona la siringe hay que recordar lo que es un sonido; una perturbación del aire debido a un movimiento vibratorio. La perturbación creada de esta manera se propaga en el medio (puede ser el aire, el agua, la tierra.) como una onda. Si la onda de propagación es sinusoidal (tiene una representación matemática basada en la función trigonométrica del seno), se dice que el sonido emitido es puro y que no contiene armónicos (sonidos cuya frecuencia es múltiplo de la del sonido fundamental o base).Pero el sonido musical raramente es puro. La onda de propagación a menudo es más compleja debido a la presencia de armónicos, y el sonido resultante es tanto más rico cuanto más numerosos son los armónicos que lo componen. En el oído podemos distinguir un sonido a partir de tres características; la altura, la intensidad, y el timbre. La altura distingue un sonido grave de un sonido agudo y depende de la frecuencia del movimiento vibratorio que lo produce. La intensidad distingue un sonido débil de otro fuerte, está relacionado con la amplitud de las vibraciones. El timbre “personaliza” el sonido, permite distinguir dos sonidos de la misma altura y de la misma intensidad y se encuentra asociado al espectro de frecuencias que lo constituyen.

 

     Un estudio de las características anteriores del canto de nuestros pájaros hoy en día es posible mediante la representación grafica de los sonidos emitidos en un sonó grama (fig.3. en este caso de los análisis de los cantos de un experimento con pinzones), lo cual hoy está al alcance de los canaricultores de canto con la utilización de un ordenador, una impresora, y un programa adecuado idéntico a los que se utilizan para los registros humanos en algunos estudios de grabación. Posiblemente en el futuro los jueces juzgaran los canarios ayudándose de estos gráficos, los cuales se entregarán al criador juntamente con la planilla. El sonograma vendría a ser para la deporte, con la diferencia de que la moviola es para el deporte, con la diferencia de que aquí serviría para confirmar la “calidad” de un ejemplar.

 

     Volviendo a la siringe, la mayoría de los especialistas admiten que son las vibraciones de las membranas timpaniformes las responsables de la producción sonora. Para hacer vibrar las membranas hace falta una fuerza, la cual puede producirse por el paso del aire a través de ellas durante la espiración (expulsión del aire de los pulmones). Además de  un plumón relativamente primitivo, los pájaros poseen en todo el cuerpo unos “sacos aéreos” que constituyen una importante reserva de aire. Cuando se comprimen por la contracción de los músculos respiratorios del tórax (pecho), expulsan el aire almacenado hacia los pulmones y después hacia los bronquios (fig.1). El flujo emitido durante la espiración hace vibrar las membranas timpaniformes.

 

       Durante la contracción de los músculos respiratorios, estos presionan sobre los sacos aéreos (fig.1, sacoclavicular), incrementándose la presión interna de los mismos. Uno de estos sacos, el interclavicular, situado entre las dos membranas timpaniformes, al ser presionado por los músculos respiratorios empuja a estas membranas haciéndolas penetrar en el interior de los bronquios (fig,4). A esta fuerza que intenta hacer penetrar las membranas en los bronquios se opone una resistencia debida al propio tamaño y constitución de las mismas. Un ejemplo ilustrativo de este movimiento podría ser el que se produce cuando una persona está durmiendo sobre un somier de laminas y alguien le aprieta en la cama, siendo el somier de laminas la membrana timpaniformes, la persona está durmiendo sobre un somier de laminas y alguien le aprieta en la cama, siendo el sonido el somier de laminas la membrana timpaniformes, la persona que duerme el saco aéreo interclavicular, y el que le presiona hacia abajo los músculos respiratorios. Además, el aire expulsado por las vías respiratorias crea en el bronquio una fuerza de succión que tiende a empujar hacia el interior del bronquio las membranas timpaniformes. Esta deformación hacia el interior de los bronquios que se produce en las membranas desde los pulmones, y es necesaria una cantidad mínima para producir el inicio de la deformación. Más allá de esta cantidad mínima, la fuerza de succión atrás cada vez más a la membrana hacia el interior del bronquio, lo que reduce el diámetro de este. La tensión de la membrana aumenta hasta un punto en que sobrepasa la fuerza de succión, entonces la membrana invierte el movimiento y va de nuevo a su posición inicial.

 

       Después, la fuerza de succión vuelve a ser más fuerte y deforma otra vez la membrana. El resultado es un movimiento oscilante (similar al que se produce cuando se toca la cuerda de una guitarra) que modifica el diámetro interior de los bronquios de forma periódica. Las variaciones en el flujo de aire que se producen al pasar por diferentes diámetros del bronquio constituyen el sonido. La amplitud de las oscilaciones y la tensión de la membrana determinan, respectivamente, la intensidad (alta o baja) y la altura (grave o aguda) del sonido.

 

       Aquí ya tenemos tres características fisiológicas del pájaro que van influir en la emisión de su repertorio: capacidad pulmonar y de los sacos aéreos, tamaño de la membrana timpaniformes (que influirá en su capacidad de vibración), diámetro de los bronquios (que influirá en la cantidad y velocidad del aire expulsado).

 

       El norteamericano C.H. Greenwalte hizo observar que la longitud de la tráquea muy raramente se corresponde con la altura (grave o aguda) del sonido emitido. En su opinión, haría falta que los pájaros pudieran multiplicar por cuatro la longitud de su tráquea para explicar su capacidad para producir sonidos que se extienden en una gran gama de frecuencias. Esta consideración parece dejar sin apoyo científico la técnica de adiestramiento para el canto de sus canarios de algunos criadores europeos, los cuales después de separar las crias de los padres, las colocan en voladeras o jaulones en los que colocan los comederos de tal forman que obligan a los pájaros a estirar mucho el cuello para llegar al grano, con lo que pretenden que se les vaya alargando el cuello y consecuentemente la tráquea, creyendo que con este sistema logran que los pájaros modulen mejor las notas.

 

       Por otra parte, no todas las siringes son iguales, y las particularidades anatómicas pueden ser responsables de diferencias en su modo de funcionamiento. En especial, influyen en el mismo los músculos de la siringe, cuyo número y disposición varían de una especie a otra, y que desempeñan un papel importante en el control de la tensión de las membranas timpaniformes y, por tanto, en las modulaciones de los sonidos emitidos. Todos los pájaros tienen en común dos músculos “extrínsecos” (que se encuentran por fuera de la siringe): el esternotraqueal que se uno al esternón y a la tráquea, y el traqueo lateral que parte de la laringe para fijarse también en la tráquea (fig.2). Las paseriformes se dividen en dos grupos, según-posean o no algunos músculos suplementarios aparentemente ligados más íntimamente a la siringe. Estos músculos llamados “intrínsecos”, son según los autores, cuatro o cinco pares. Sin embargo, no ha sido posible establecer correlaciones directas entre la presencia de estos músculos y las capacidades vocales de las distintas especies. Aquí aparece el cuarto elemento fisiológico que influye en el canto; los músculos de la siringe.

 

       Para explicar la producción vocal en las paseriformes se enfrentan dos posiciones. Para el norteamericano Miskinen, el papel preponderante lo músculos “extrínsecos”, modelo “pasivo” (fig. 4). Según este autor, la contracción del esternotraqueal permitiría desplazar hacia atrás el tímpano (pessulus), ello disminuiría la tensión la tensión de las membranas timpaniformes. Las membranas entonces se verían atraídas hacia el interior de los bronquios por el flujo de aire empezarían a vibrar. La contracción del traqueo lateral desempeñaría un papel contrario y, al restablecer la tensión inicial, suprimiría el sonido. 

 

       Al modelo “pasivo”, se opone el modelo “activo” (fig.4), propuesto por D.R. Chamberlain. Según este modelo en las paseriformes que poseen los músculos”, la contracción de estos provocaría la rotación del tercer semianillo bronquial, lo que permitiría el empuje del labio externo hacia el interior del bronquio cuyo diámetro quedaría reducido. De esta manera el aire expulsado seria forzado a circular a través del canal estrecho que quedaría en el interior del bronquio, lo que crearía una fuerza de succión para producir la vibración de las membranas timpaniformes.

 

       En los diferentes modelos anteriormente expuestos, el aire expulsado durante la espiración constituye la “energía” de la producción sonora. Ello plantea dos problemas. Por una parte ¿Cómo puede respirar el pájaro sin producir sonidos permanentemente?. Por otra, ¿Cómo puede el pájaro producir largas secuencias ininterrumpidas de canto durante una sola espiración?.

 

       Para superar la primera dificultad el pájaro tiene que poseer un mecanismo que le permita separar la respiración y la producción sonora. Esta separación se produce ya el pájaro no puede cantar más que si la presión en el interior de los sacos aéreos y la cantidad de aire expulsado han alcanzado un valor determinado, netamente superior a los valores de una respiración normal. Gantt ha investigado sobre este tema y ha comprobado que incluso durante un ejercicio físico intenso, el flujo de aire espirado alcanza la mitad del valor mínimo necesario para la producción sonora.

 

       El segundo problema es saber si las largas secuencias de canto son emitidas durante una sola espiración. W.A. Calder (EEUU.), demostró que la capacidad respiratoria de los pájaros a menudo es inferior a los volúmenes de aire expulsado durante el canto. Para explicar las largas secuencias de canto durante una sola espiración. Calder cree que el dúrate el canto realiza algunos ciclos de “mini- comparables a  un jadeo, que permitirán conservar intacto el volumen de aire existente en el sistema respiratorio en el momento del inicio del canto. En estas condiciones, la cantidad de aire inspirado antes de iniciar el canto no sería un factor limitante. Estas mini respiraciones no tendrían ningún efecto sobre el intercambio de gases. EL dióxido de carbono, normalmente expulsado durante la espiración a cambio del oxigeno aportado por el aire inspirado, tendría tendencia a acumularse en el sistema de pulmones-saco aéreos. Esta acumulación, debido a las perturbaciones que produce en el organismo, constituye, según Caldera, el verdadero factor limitante de la duración de una secuencia de canto.

 

       Para explicar este segundo problema hay otra hipótesis, según la cual, los pájaros serian capaces de producir en los músculos abdominales uno movimientos de expulsión breves, como unas sacudidas, que no trían seguidas de inspiración. Estos movimientos permitirían modular el flujo de aire expulsado y por tanto la amplitud sonora.

 

       Cualquiera que sea la teoría que explique la duración del canto de un pájaro, lo que parece claro es que una mayor capacidad pulmonar y por tanto del repertorio.

 

       Para funcionar, la siringe debe responder, como cualquier otro órgano, a las órdenes dadas por el cerebro. La información elaborada en el sistema nervioso central es transmitida a la siringe a través de ramas especializadas de unos grandes nervios llamados hipoglosos. En numerosas paseriformes, cada media siringe está controlada por la rama del hipogloso que se encuentra a su mismo lado; la parte izquierda de la siringe está controlada por el nervio izquierdo; la parte derecha, por el nervio derecho. Por tanto, cada media siringe tiene un control independiente del otro. El órgano vocal se comporta entonces como una fuente sonora doble que permite al pájaro emitir simultáneamente al menos dos sonidos distintos.

 

       En las paseriformes, los nervios derecho e izquierdo no ejercen el mismo control. F.  Nottebohm de la universidad Rockefeler de Nueva York, que se ha dedicado principalmente a los estudios e investigaciones con el canario, observó, investigando con pinzones comunes, que si se cortaban los dos nervios el pájaro moría por asfixia, pero que si se cortaba solo uno sobrevivía y con buena salud, sin embargo, producía a menudo ruidos silbantes no controlados. Se vio que el efecto no era el mismo según se cortara el nervio derecho o el izquierdo. La sección del hipogloso derecho no afecta al canto, los pájaros continúan produciendo los elementos sonoros principales (notas o sílabas) y los elementos perdidos quedan reemplazados por silencio. Por el contrario, la sección del hipogloso izquierdo lleva a la pérdida de una gran parte del canto, las tres partes de las notas o silabas, y los elementos que faltaban quedaban reemplazados por silencios o “ruidos” son sonidos no modulados producidos por la vibración anárquica de las membranas timpaniformes durante el paso del flujo de aire expulsado. El hecho de que estos ruidos no sean producidos más que después de la sección del nervio izquierdo parece indicar que el flujo de aire que transita en el bronquio izquierdo es más importante que el flujo de aire que transita en el bronquio derecho. Estos experimentos se han podido confirmar en investigaciones con verderones de pecho braco, canarios, y gorriones de java, concluyéndose que los dos lados de la siringe no producen ni las mismas  silabas, ni las mismas cantidades de elementos sonoros.

 

       Experimentalmente, Nottebohm, ha observado que el efecto de las lesiones sobre los nervios hipoglosos depende también de la edad en que estas se producen. Si bien, las pérdidas causadas son irreversibles en el pájaro adulto, si la sección del nervio derecho o izquierdo so efectúa al inicio del canto juvenil, el aprendizaje del mismo se desarrolla normalmente. Sin embargo, no hay regeneración del nervio seccionado. Por tanto, en el inicio de la vida hay una gran flexibilidad funcional, y el lado derecho puede reemplazar al lado izquierdo para controlar el canto.

 

       Un poco más tarde, durante la fase del canto plástico, el pájaro pierde esta facultad de adaptación, Los pájaros cuya media siringe del lado izquierdo queda desnevada, son incapaces de adquirir un canto bien característico de macho adulto, y el suyo continua siendo extraordinariamente. Sucede como si el pájaro fuera incapaz de modular sus vocalizaciones para hacerlas parecidas al modelo memorizado.

 

       Este fenómeno adquiere un carácter totalmente excepcional en el canario. Nottebohm y su equipo de Nueva York, demostraron que la sección del nervio izquierdo durante el periodo de canto juvenil provoca, como en las demás especies, una reducción importante del número de silabas emitidas. Pero desde el sexto dia después de la operación, el pájaro las produce nuevas. Evidentemente, esta producción vocal no es debida a la regeneración del nervio. Por tanto, el lado derecho se encuentra inmediatamente disponible para asegurar el control de la producción vocal. Curiosamente, si la operación se practica en un periodo muy preciso, entre los días decimotercero y después de la eclosión, el nervio puede regenerarse correctamente. Una vez adultos estos posen un repertorio normal, pero los dos lados comparten el control de la producción vocal algunas silabas son emitidas por el lado derecho de la siringe, otras lo son por el izquierdo.

 

       ¿Cuáles son las regiones del sistema central que controlar la producción vocal? Los primeros trabajos de neuroanatomía fueron llevados a cabo en canarios por Nottchhm y su equipo. Estos investigadores identificaron un conjunto de regiones cerebrales que controlan la producción del canto. Para intentar localizar las áreas del cerebro donde se elaboran los mensajes nerviosos transmitidos a la siringe de los pájaros, el equipo de F. Nottchohm realizó primeramente un mapa del cerebro del mismo. Después analizaron, con ayuda de técnicas especiales, las vías y enlaces implicados en el control vocal. Los resultados de estos estudios se encuentran resumidos en la fig. 5. Las áreas del sistema nervioso que controlan la vocalización se encuentran en el cerebro anterior (telencéfalo). Se ha encontrado un camino que enlaza el telencéfalocon la siringe. En la parte alta del telencéfalo es encuentra el núcleo HV (Hyperstriatum Ventral), una parte del cual, el HVC, envía unas fibras nerviosas hacia un grupo de células situadas más abajo, el RA (núcleo Robustus Archistrialis). Por su parte este ultimo envía un haz de fibras hacia el núcleo del  nervio XII (gran hipogloso) situado en el bulbo raquídeo, el cual envía proyecciones nerviosas hacia los músculos de la siringe. Algunos centros implicados en el control vocal se encuentran en la proximidad de los centros auditivos. Aparentemente no hay conexiones directas entre los centros vocales y los enlaces auditivos. Pero podría haber intercambios, que desempeñaran un papel importante durante el aprendizaje del canto. Encima del área X se encuentra el MAN (núcleo Magnocellularis) que envía sus fibras al MVC por una parte, y al RA por otra. Al parecer este núcleo desempeña un papel importante en los procesos de aprendizaje del canto.

 

       Durante sus trabajos, F. Nottebohm observó que el volumen de HVC y RA es al menos tres veces superior en el canario macho que realiza cantos largos y complejos, que en las hembras que producen cantos cortos y muchos más simples. El diformismo sexual de estos núcleos no se refiere únicamente a su volumen, los machos tienen muchas más células nerviosas y más brandes. Estas diferencias sexuales se aplican generalmente a las especies de pájaros en las que el macho canta más. En el canario, esta diferenciación es debida a la tasa de hormonas sexuales que circulan por la sangre, ya que la castración precoz provoca en el macho una disminución significativa de los tamaños de los del HVC y del RA. Los machos castrados son incapaces de producir un canto adulto estable. Por el contrario, la inyección de testosterona (hormona sexual masculina) puede provocar la emisión de canto en la hembra de canario adulta. Este canto, aunque normal, presenta, no una estructura extremadamente simplificada. Paralelamente a la provocación del canto en la hembras, la inyección de testosterona un aumento muy importante de los volúmenes del HVC y del RA, aunque siguen siendo inferiores a los de un macho normal. Una hormona sexual puede inducir, al menos en el canario, cambios importantes en la anatomía del  cerebro adulto.

 

       Nottebohm ha podido demostrar que en el canario hay una correlación significativa entre el canario hay una correlación significativa entre el peso de los testículos y el volumen del HVC y del RA. De hecho, el tamaño del testículo vario varía de forma estacional y puede aumentar hasta doscientas veces en el canario en periodo reproductor. El tamaño de las células nerviosas sigue estas fluctuaciones y su volumen es, por tanto, mucho mayor en primavera que en otoño, así como el número de las mismas. Como consecuencia, cada primavera el canario se encuentra preparado para crear nuevos circuitos de células nerviosas que le permiten incorporar nuevos elementos a su repertorio. Por el contrario, en otoño, el número de células nerviosas sufre una disminución y, paralelamente se eliminan cierto número de elementos sonoros. El “rejuvenecimiento” que experimentan todos los años el HVC y el RA del canario podría explicar esta facultad de renovado aprendizaje.

 

       La diferencia observada entre los machos y las hembras, así como la regulaciones de los volúmenes del HVC y del RA, sugieren que hay una relación entre el tamaño de estos centros te encefálicos, especialmente el primero, y la amplitud del repertorio que es capaz de emitir el pájaro. En el canario se dan dos hechos más que permiten reforzar esta idea. En el canario se dan dos hechos más que permiten reforzar esta idea. En el curso de los distintos estados del desarrollo, el crecimiento volumétrico del H V C y del RA acompaña el desarrollo del canto. En esta especie, el cerebro alcanza su peso adulto a los quince días de la eclosión (fase sensorial del aprendizaje del canto). En este momento el HVC  aúno es identificable y no lo es hasta la edad de un mes, cuando su volumen alcanza un 20% aproximadamente del volumen de adulto (30% para el RA). Durante el mes siguiente, es decir, durante  el período de canto juvenil, estos dos núcleos experimentan un importante crecimiento: el HVC alcanza la mitad de su volumen máximo. Seguidamente este crecimiento disminuye intensamente hasta la edad de seis a siete meses y medio, cuando vuelve a experimentar un aumento muy importante (fase motriz del aprendizaje del canto). Esta última fase, que sitúa el volumen del H V C en su nivel de adulto, aparece en el momento en que el pájaro empieza a emitir su canto adulto. Por el contrario, el volumen de otra área de control del canto, M A  N, disminuye hasta el dia cuarenta. Algunos días después, los pájaros se independizan totalmente de sus padres y empiezan a producir los primeros signos de canto. Las lesiones del M A N desorganizan el canto si se efectúa antes del día cuarenta, pero no tiene ningún efecto en los pájaros adultos. De esto se piensa que la zona M A N es importante para el aprendizaje del canto durante la fase sensorial. Al parecer, un pájaro que posee un extenso repertorio tiende a tener un HVC de gran tamaño. Por tanto, no se puede excluir la existencia de una correlación positiva entre el tamaño del sistema nervioso central y la riqueza del canto emitido.

 

       Estos resultados nos pueden valer a los canaricultores para intentar profundizar en la investigación y probar que sucede con el repertorio de nuestros pájaros si les suministramos hormonas masculinas (se compran en cualquier farmacia) a partir de los dos hasta los seis meses cuando comienza la segunda fase del período de aprendizaje, e incluso como influye este suministro en la disposición para el canto de aquellos ejemplares que se muestran perezosos.

 

       En conclusión, a pesar de la gran cantidad de investigaciones desarrolladas desde hace muchos años sobre el tema de las vocalizaciones, aún quedan muchas cosas en la oscuridad, tanto en lo que respecta a la fuente sonora como a su control nervioso, pero los descubrimientos que se han efectuado hastíala fecha deben permitimos a los criadores profundizar en aquellos aspectos que más nos interesan, y que son principalmente todos aquellos relacionados con el aprendizaje del canto y la forma de aumentar el repertorio del mismo. Creo que la utilización de hormonas masculinas durante la fase de aprendizaje del canto para obtener un repertorio mayor y más variado, abre un campo de investigación en la que los criadores podemos aportar mucho. En cuanto a la genética creo que después de leer este capítulo queda claro cuáles son los cinco puntos principales desde el punto de vista fisiológico en los que actuamos con nuestros cruces: características de la membrana timpaniformes, grosor de los bronquios, volumen de los pulmones y sacos aéreos, músculos de la siringe y cerebro. Evidentemente el criador en su trabajo genético no puede saber cómo se han interrelacionado estos elementos para dar “el producto” que él ha conseguido, ni cuáles son las características de los mismos que darán los ejemplares que desea, y tiene que fijarse pricipalmente en lo que oye en sus ejemplares para establecer los cruces. Pero la experiencia de criadores de muchos años de arduo trabajo con notable éxito, parece indicar que hay una serie de características anatómicas, que son a su vez el resultado de otras interiores fisiológicas, que hacen que los canarios tengan mayores facultades para el canto desde el punto de vista que nos interesa a los canaricultores de canto (gran y largo repertorio, armonía, etc), estas son: cabeza grande (para buscar el cerebro grande),pecho grande y ando (para buscar mayor capacidad pulmonar y de los sacos aéreos), y temperamento muy tranquilo (para permitir al pájaros un mayor rendimiento en su aprendizaje y posteriormente en su aprendizaje y posteriormente en su entrenamiento y emisión del repertorio). Todo ello se logra generalmente con ejemplares grandes, por eso no parece tener mucha lógica aquellas definiciones sobre el fenotipo de las razas de canto en las que se indica que el pájaro tiene que ser pequeño, o delgado, o con la cabeza pequeña, etc, ni tampoco parece que se consiga mejorar las capacidades del pájaro para el canto buscando fenotipos anatómicos que se asemejen a los de los canarios silvestres, pues está de sobra demostrado, que después de cinco siglos de cuidada selección, los canarios “domésticos” de canto tienen en general mejores notas, mayor repertorio, y son más armoniosos, con menos “rascadas” que sus ascendientes silvestres, entre otras cosas porque en el transcurso de la selección se les ha mejorado sus capacidades para el canto en el sentido indicado antes, por tanto en mi opinión, volver a los fenotipos anatómicos silvestres en los canarios de canto es un error, es como si los criadores de caballos de carreras de pura sangre inglesa cruzaran sus ejemplares con caballos salvajes de las praderas, estarían retrocediendo en vez de avanzar en la mejora de las características para la sus animales. Cuando estos criadores quieren mejorar los ejemplares, cruzan los pura sangre entre ellos compensando los defectos y virtudes de cada uno y ganando cada dia las ventajas que se van produciendo con la adaptación al medio (en este caso la carrera) de la raza.

 

       Antes de finalizar este capítulo quisiera indicar aunque sea adelantarme al siguiente, que científicamente se piensa que para conseguir un determinado repertorio de canto es más importante el aprendizaje que las características genéticas, por tanto, los criadores debe mos intentar avanzar más, cuando ya tenemos un plantel de canarios genética y anatómicamente correcto, hacia las técnicas de aprendizaje para conseguir nuestros objetivos.

 

                   (Continuará…)

 

 

 

 

EL CANTO EN LOS PÁJAROS  (3ª PARTE)

 

      3.- Cómo aprenden el canto los pájaros jóvenes, continúa siendo en muchos aspectos poco conocida. ¿Qué parte es innata y cual es adquirida? o dicho de otra manera, ¿existen predisposiciones genéticas y factores sociales? Este punto ha suscitado en estos últimos años un interés creciente, no sólo entre los etólogos, sino también entre los neurobiólogos, Esto es debido a que el canto de los pájaros ha demostrado ser un modelo excelente para estudiar el proceso de aprendizaje y comunicación animal. Además como ya hemos visto, el canto se produce en regiones muy distintas del cerebro, lo que facilita las investigaciones neuroanatomías y neurofisiológicas.

 

       Pero los estudios de neuroanatomía, que se vieron en el capitulo segundo, no nos dicen nada sobre la forma en que el joven aprende a cantar. Es el análisis de la interacción entre las predisposiciones genéticas y el medio ambiente lo que permite comprender los mecanismos del aprendizaje empleados.

 

Una característica común a la mayor parte de los pájaros cantores es que tienen necesidad de escuchar el canto de otros pájaros a fin de adquirir el canto típico de su especie. Contrariamente a los canarios, la mayoría de su especies de pájaros cantores no modifican su canto en cada estación, lo aprenden cuando son jóvenes y éste permanece marcadamente estable a lo largo de toda su vida.

 

       La forma de aprender a cantar varía mucho de una especie a otra, pero parece que este aprendizaje está compuesto de dos partes: una fase sensorial durante la  cual se escuchan y se memorizan los cantos, y una fase motriz en la que el joven desarrolla su propio cantó perfeccionando su emisión y armonizándolo con los sonidos escuchados previamente en la fase sensorial.

 

      En el canario parece que la fase sensorial comprende normalmente desde después del nacimiento (cuando el pájaro comienza a oír) hasta que se separa de sus padres sobre los treinta o cuarenta días después del mismo. La fase motriz comienza normalmente sobre los seis meses y puede durar unos tres meses. El conocimiento de cuando comienzan estas fases es fundamental paraqué el criador pueda aplicar en cada momento la técnica de aprendizaje de canto adecuada.

 

      El pinzón de corona blanca es una especie que ha ayudado mucho a la ciencia a comprender como el aprendizaje estructura el canto. En condiciones naturales, los machos jóvenes pasan los primeros meses de su vida en un medio en el que cada macho adulto emite un canto territorial distinto al de su vecino. Sin embargo, un macho joven generalmente no empieza a cantar antes de varios meses. Sus primeras pruebas consisten en un balbuceo que representa sólo una ligera similitud con el canto plenamente cristalizado de un macho adulto.                 Después de aproximadamente dos meses de práctica, su canto pasa a ser más estructurado, hasta parecerse mucho al canto típico de un pinzón de corona blanca adulto.

 

        Una serie de experimentos, realizados por P. Marler, de la universidad Rockefeller, han permitido averiguar el papel desempeñado por el aprendizaje en el desarrollo del canto del pinzón de corona blanca. Un macho no ruede adquirir el canto de otra de otra especie, sino que está obligado a aprender de una forma u otra los cantos característicos de su especie. Por ejemplo, los pájaros jóvenes criados en aislamiento pero a los que se les hizo escuchar grabaciones de una especie próxima, los pinzones cantores, desarrollaron cantos muy aberrantes, parecidos a los de pájaros jóvenes criados en aislamiento acústico total. Sin embargo, si el pájaro oye grabación que contiene tanto cantos que contiene tanto cantos de pinzón canto como de pinzón de corona blanca, reproduce los elementos de su especie. Marler también demostró, que para que el macho joven adquiera un canto cristalizado de adulto, estas grabaciones tienen que ofrecerse durante la fase sensible, de diez a cincuenta días después de la eclosión. Así, un macho socialmente asilado y educado mediante una banda sonora dispone de un periodo sensible de aproximadamente cuarenta días para aprender el canto. Un macho joven socialmente aislado, que no oye ningún canto durante este periodo de tiempo, aún un canto que contiene algunas de las características de su especie, pero mucho menos complejo que el canto normal. El pájaro también tiene que ser capaz de escuchar el canto durante la fase de desarrollo motor (periodo durante el cual produce un pre canto) que aparece a la edad de cinco a seis meses aproximadamente. Si se le priva de sentido del oído antes del inicio del pre canto, no puede armonizar su producción vocal con lo que ha memorizado de su especie durante la fase sensible, solamente puede producir un canto variable, sin estructura y desprovisto de todas las características propias de su especié.

 

       Para explicar estos resultados, Marler propuso la hipótesis de las “limitaciones y predisposiciones de los circuitos neuronales”. Según esta hipótesis, el macho joven posee en alguna parte de sus vías nerviosas un modelo, innato pero modificable, al que el pájaro puede referirse para armonizar sus vocalizaciones. Este modelo es muy selectivo en el control del aprendizaje de los sonidos, lo que podría explicar por qué los machos asilados socialmente no reproducen los elementos del canto de otra especie. Una vez que el pájaro ha empezado a emitir su pre canto, su vocalización va mejorando progresivamente para armonizarse con el canto impuesto por el modelo perfeccionado. Posteriormente cristaliza en un canto completo que es una fiel reproducción del canto aprendido durante la fase sensible. La hipótesis de las “limitaciones y predisposiciones de los circuitos neuronales” explica por qué la sordera provoca un canto más anormal que un simple aislamiento del macho joven, ya que un pájaro sordo no puede armonizar su vocalización.

 

       Las conclusiones obtenidas en estos experimentos, dejan sin apoyo científico la técnica de aprendizaje de canto que utilizan algunos criadores, y que consiste en no utilizar ningún maestro durante el aprendizaje de los jóvenes. En la fase de aprendizaje motriz (desde los seis a nueve o diez meses), no utilizan maestro para sus canarios, e incluso algunos, ya en la fase sensorial crían sin que las criases cuchen a los machos. Si estos criadores consiguieran uno  aislamientos, lo cual es muy improbable, el canto de sus pájaros será mucho más simple (con menos repertorio y menos variado) de lo que sería si hubiesen tenido el correspondiente maestro. Aunque estos pájaros, por el sistema de aprendizaje”anormal” que encuentran, tienen su fase de aprendizaje “normal”, y en cuanto a un congénere, aunque sea en los concursos, lo copiarán hasta que consigan un canto cristalizado de adulto.

 

       El problema de los experimentos de Marler, es que fueron llevados a cabo en pájaros de interacciones sociales con adultos. L. Baptista y L, Pretinovich, de la universidad de California, encontraron que las interacciones sociales con adulto podían tener un adulto podían tener un efecto determinante sobre lo que aprende un pájaro joven y en qué momento, incluso si este adulto es de otra especie. Los investigadores observaron que un pinzón de corona blanca muy joven situado en una jaula cerca de un garganta roja, en una pajarera donde podía escuchar a miembros de su propia especia pero relacionarse únicamente con el garganta roja, reproducía el canto de este tutor social. El resultado era id entado, aún en el caso de que el experimento no empezase dentro de los cincuenta primeros días, es decir, durante la fase en que se supone que es sensible para el aprendizaje del canto. Como puede deducirse, las condiciones de este aprendizaje dependen de las circunstancias en las que los pájaros están expuestos a las estimulaciones acústicas. En la naturaleza, a fin de adquirir el canto correcto de su especie, los jóvenes machos prestan especial atención a la información social y acústica proporcionada por los machos adultos de su especie. Pero, ¿de qué tutor reproducirán el canto y en qué momento?. Según las investigaciones, un pájaro joven puede aprender de los adultos situados sobre territorios vecinos o de su padre. La elección varía de una especie a otra, pero probablemente depende de la función principal del canto y de las oportunidades que se le presentan al pájaro para aprender. Los pájaros territoriales aprenden los cantos de los vecinos cuando establecen por primera vez su territorio, el significado adaptativo que se desprende de ello se encuentra probablemente en la capacidad que posee el pájaro a reaprender un canto parecido al de su vecino, ello le evita ser considerado como un intruso (que no poseería esta aptitud) y le permite conservar su territorio. En las especies no territoriales, el macho joven tiene que aprender de su padre o de otros machos de la misma esplender de su padre o de la misma especie con los que se asocia después de su independencia. En los canarios en cautividad, durante la fase sensorial esta enseñanza se recibirá principalmente del padre si se ha adoptado la técnica de cria de la hembra sólo sin que los polluelos oigan a su padre, durante esta fase aprenderán de otros machos que se encuentren en el criadero, principalmente de los más próximos, y si en el criadero no hay ningún macho esta fase se retrasara hasta que los polluelos estén en presencia de un cuando empiecen a producir las silabas elementales que su código genético les hace emitir al poco tiempo de independizarse. Durante la fase motriz (sobre los seis meses), los jóvenes introducirán en su repertorio algunos elementos de los machos adultos que tengan en las proximidades, asimilando mejor aquellos elementos que procedan de algún ejemplar que tenga el canto parecido a aquel del que memorizaron durante la fase sensible.

 

Por tanto se impone una conclusión; la integración social es importante para determinar la duración y la naturaleza del aprendizaje del canto. Unos experimentos perecidos con diamantes mandarines efectuados por Su san Clayton de la universidad de Oxford, confirman también esta conclusión. Unos diamantes mandarines jóvenes esta conclusión. Unos diamantes mandarines jóvenes fueron criados únicamente por su madre y, en el momento de su independencia, fueron pasados a una jaula con dos tutores machos. Durante cuatro meses se tomó nota de las interacciones sociales entre los jóvenes y los tutores y se registraron sus cantos. Se observo que cada uno de los once pájaros del experimento aprendió el canto del tutor que era más agresivo hacia ellos. En un segundo experimento, se analizó el papel del canto del padre en la elección del tutor por los machos jóvenes. Los polluelos fueron criados por los dos padres hasta su independencia y, después, se pasaron a una jaula con dos tutores. Los pájaros jóvenes estaban separados de estos últimos por una tela metálica, de tal forma que los ataques físicos, aparente mentes en el primer experimento, no pudieran influir la elección del joven. Los tutores seleccionados lo eran en función del parecido de su canto con el del padre del pájaro. Nueve de los diez pájaros reprodujeron el canto del tutor parecido al del padre, y el décimo aprendió el de los dos tutores. Ello demuestra que la escucha precoz del canto del padre influye a los jóvenes en su futura elección del canto del tutor. Esto también lo han podido comprobar los canaricultores experimentados en sus canarios.

 

Algo similar a lo sucedido con los diamantes ocurre cuando se introduce en la voladera, en la que se encuentran los jóvenes canarios después de separados de sus padres, un macho adulto como maestro, que es una técnica que utilizan muchos criadores, pero que en mi opinión tiene el inconveniente de que este macho solo permite que los jóvenes canten como el o parecido, para lo que utiliza el procedimiento de atacarles si no lo hacen así, con lo cual el canto de toda la bandada se uniformará perdiéndose las nuevas variaciones en el repertorio (originadas por aprendizaje o por mutaciones fisiológicas) que todo criador busca. Por otra parte tiene la ventaja, de que sí el maestro es un ejemplare extraordinario en cuanto a su repertorio, aumentan las posibilidades de que los jóvenes copien el mismo o parte de él. Una solución intermedia, que yo particularmente prefiero, es colocar el maestro en una jaula pequeña colgada exteriormente de los barrotes de la voladera, con lo  que se evita la uniformidad en el canto de toda la bandada, intentando de esta manera que “lo nuevo” no se pierda.

 

¿Cómo seleccionan los pájaros los cantos que tienen que aprender?. Las investigaciones realizadas por Meredith West y Andrew King de la universidad de Carolina del Norte, quizás nos puedan aclarar algo. Experimentando con  vaqueros de cabeza parda, observaron que las hembras adultas eran más susceptibles de acoplarse cuando escuchaban los cantos de machos aislados que cuando percibían cantos en condiciones naturales. Estudiando el comportamiento social de esta especie, comprobaron que los machos salvajes aprenden por experiencia su posición dominante en el grupo. En cautividad, el macho dominante emite cantos de gran potencia, que impulsa a las hembras a presentar la postura precopulatoría. Así, este macho monopolizaba a las hembras sexualmente receptivas. En la naturaleza los machos aprenden por los ataques y las amenazas de los más dominantes no tanto a producir el canto más estimulante, sino a modificarlo para evitar ser agredido o expulsado. El macho socialmente aislado no experimenta esta jerarquía de dominancia, pero sí estos machos que han padecido una privación social, se introducen en una pajarera que contiene un grupo cuya jerarquía de dominancia ya está establecida, emitirán un canto de gran potencia, lo que desencadenará el ataque del macho dominante, que puede ser tan violento como para provocarle la muerte. Parece evidente que el aprendizaje macho-macho afecta al desarrollo del canto de los jóvenes vaqueros de cabeza parda machos. Y en mi opinión, también en el de los canarios durante la fase juvenil, de aquí la importancia de saber colocar adecuadamente a los maestros para que tanto la relación auditiva como corporal, si la hay an a que el repertorio de los jóvenes aumente y sea lo más armónico posible. No es lo mismo colocar un maestro dentro de la voladera con los alum nos, en donde habrá interacciones corporales que pueden influir en la elección del canto de jóvenes, que en una jaula donde sólo puedan oírse y tocarse.

 

Pero también estos investigadores comprobaron que los machos de vaquero de cabeza parda, modifican sus cantos en respuesta a la reacción de la reacción de las hembras. En otro experimento observaron que cuando de vaquero cabeza parda de las subespecies obscuras canta para una hembra de la subespecie ates (estas dos subespecies se diferencian ligeramente en su tipo de canto), ésta es mucho menos susceptible de responder con la postura preoperatoria que cuando escucha un canto de su propia subespecie. Si se ofrece a los machos arte la posibilidad de relacionarse únicamente con hembras obscurus, cambian gradualmente su canto a un sonido característico de los machos obscurus, y ello incluso en el caso de que nunca hubieran escuchado antes el canto de esta subespecie. Las hembras no cantan, pero reaccionan más favorablemente a algunos tipos de cantos en especial con el batir de alas. Ello parece que guía a los machos jóvenes en la selección de los sonidos que deberán producir con el fin de emitir un canto socialmente aceptable por su comunidad. Quizás esto pueda explicar porque cuando traemos un nuevo macho a nuestro criadero, el cual tiene un canto diferente al de los individuos del mismo, este macho va cambiando poco a poco su canto para hacerlo similar al de aquellos, y de esta manera poder competir por las hembras.

 

Estos trabajos demuestran como tipos específicos de experiencias sociales pueden influir en el desarrollo del canto, y esto sobre todo en las especies en las especies en las que los cantos no se copian de los machos adultos. En los caso más frecuentes, en los que el aprendizaje se basa fundamentalmente en los que el aprendizaje se basa fundamentalmente en la imitación de los cantos de los machos adultos, se han desarrollado otros mecanismos para crear un cierto control sobre lo que puede o no ser aprendido, ya que en condiciones naturales, el pájaro joven puede escuchar los cantos de otras especies además de los de la suya. Un mecanismo demasiado libre de aprendizaje podría provocar que el pájaro joven aprendiera un canto de otra especie o contaminara el de su especie con elementos copiados de otras.

 

Este aprendizaje selectivo ha sido estudiado en detalle por P. Marler en los pinzones cantores. El canto de los pinzones de los pantanos difiere del de los pinzones cantores por su organización temporal; los primeros producen trinos lentos y bastantes regulares, mientras que los segundos emiten una estructura más compleja, compuesta de pasajes rápidos y lentos. Para saber si estas diferencias en la composición temporal del canto podrían ser la base del aprendizaje selectivo, se fabricaron un serie de cantos artificiales que reagrupaban elementos del canto de ambas especias. Se criaron jóvenes pinzones de los pantanos machos en presencia de cantos variados emitidos dos veces al dia entre el dia veinte y el cincuenta, que corresponde a su periodo sensible. Varios meses más tarde, se grabaron sus cantos cristalizados. Marler observó que estos machos sólo habían aprendido los elementos del tipo pinzón cantor. Ello demuestra que su aprendizaje selectivo está basado en una estructura específica de los elementos más bien que sobre su sucesión  temporal. Poniendo huevos de pinzones de los pantanos a canarias, Marler demostró también que esta disposición precoz por un aprendizaje selectivo aparecía a pesar de la ausencia de una experiencia auditiva anterior. Cuando se repitieron los experimentos utilizando estos pájaros criados por las canarias, se obtuvieron unos resultados parecidos, lo que confirma lo que parece ser una base genética del aprendizaje selectivo del canto. Esta base genética es la que hace en los canarios completamente aislados sin que puedan oír el canto de machos adultos, u otros pájaros, comiencen a emitir unas notas básicas que no han copiado de ningún ejemplar y parece que llevan grabadas en su cerebro, son las mismas señales que necesita el pájaro para comunicarse con los de su especie, pero en cuanto tenga oportunidad copiará de otros congéneres. Concretado al caso particular del canario Timbrado Español, se ha discutido mucho sobre cuáles son las notas básicas que los canarios de esta raza siempre emiten aunque no las hayan escuchado antes, señalándose en multitud de publicaciones que están son el “Piau” y el “Chau”, En mi opinión, y basándome en todo lo expuesto en este trabajo, esto sólo es verdad a medias, me explicaré. Primeramente, para poder decir que estas notas tienen una base genética es necesario apoyarlo en una rigurosa investigación, la cual es muy difícil que se haya llevado a cabo correctamente debido a las condiciones de aislamiento acústico que se necesitan. Y en segundo lugar, si estas notas fuesen de origen genético todos los pájaros con el canto “timbrado” las emitirían, y esto como todos los criadores sabemos no así, por tanto científicamente no se puede decir que estas notas (¿y por qué no otras?) tienen carácter genético en su emisión. Lo que si parece que podría ser (falta confirmarlo con una investigación rigurosa), es que determinadas líneas de canto que tienen dichas notas  en su repertorio, tengan grabadas estas notas en su código genético, pero aquellas líneas de canto que no las emiten tendrían grabadas otras. Otra cosa es llevar a la reglamentación de que es necesario que un canario de estas u otras notas para considerarlo de canto “timbrado” o de otra raza, pero esto ya son convenios humanos.

 

El etólogo Thrope ha intentado enseñar a pinzones criados en las mismas condiciones que las especies cuyo canto quería, el canto de las mismas. Estas experiencias han dado resultados negativo salvo cuando el canto de la especie a copiar ofrecía gran parecido con el propio canto de los pinzones. Esto lo han podido comprobar aquellos criadores que trabajan con pájaros  silvestres con objeto de introducir notas de su repertorio en el canario. Pero el aporte científico y a la canaricultura de canto en general, que podrían hacer estos criadores después de muchos años de experiencia, seria llegar a relacionar las especies silvestres de las cuales es más fácil introducir en el canario notas o giros, y cuáles son estos.

 

Como conclusión a este importante capítulo, se puede decir científicamente, que existe indiscutiblemente una base innata en el aprendizaje del canto, y parece que las notas de una cierta frecuencia y el ritmo son hereditarios. Pero a pesar de esta parte innata, los jóvenes machos cantores para conseguir alcanzar el canto normal de un adulto necesitan aprenderlo en contacto con sus congéneres, sin el cual el canto nunca será completo. De aquí la importancia de las interacciones sociales para el aprendizaje.

 

Cuando ya prácticamente estamos llegando al final, me imagino que algunos compañeros de afición se estarán preguntando después de todo lo expuesto, cual es entonces la técnica de aprendizaje de canto más adecuada para nuestros canarios. La respuesta no es fácil, pues todo depende de que es lo que pretendemos conseguir, y la exposición del tema alargaría en demasía este ya de por sí largo trabajo, aunque me comprometo a abordarlo en un futuro, perola línea a seguir se puede encontrar en las investigaciones expuestas. De todas formas, como orientación, tengo que decir, que en mi opinión, después de haber leído multitud de libros y artículos sobre el tema, en muchos de los cuales no se exponen las bases científicas en los que se apoyan los procedimientos empleados, y no se tocan los detalles, que en este tema son tema son fundamentales, unos de los artículos  que últimamente he leído, y que toca puntos clave sobre el tema, y con el cual estoy de acuerdo en gran parte, es el aparecido en la revista “Pájaros” nª 13 (pag. 91),bajo el titulo “Influencia de los meses de voladera en el canto del canario de canto español”, cuyo autor es el Juez del C,N.J/FOCDE, D. Miguel Ángel Martin Espada, aunque entiendo que cuando habla de canario de canto español se está refiriendo al Timbrado español, que es el único canario canto español oficialmente reconocido, por el momento.

 

Llegados a este punto, y antes de dar por acabado este extenso pero creo que interesante trabajo, sólo me queda dar las gracias a la afición por su paciencia, y animo a todos los compañeros de las variedades de canto a que publiquen sus experiencias tanto propias como leídas o de otros, con objeto de ir aumentando el nivel técnico y científico de nuestra afición y ganarnos el respeto de ornitólogos y naturalistas, los cuales a veces nos critican nuestra falta de preparación científica, estar poco preparados, y contribuir poco a las investigaciones. Nuestra fuerza está en el número, que hace que cada criadero un pequeño laboratorio ornitológico en potencia, con lo que sólo queda estudiar, observar, y comunicar a los demás lo estudiado y o observado. ¡Ánimo!.

 

Para que se tenga una referencia en el futuro, sobre todo lo expuesto en este trabajo, el mismo se terminó de redactar en Para que se tenga una referencia en el futuro, sobre todo lo expuesto en este trabajo, el mismo se terminó de redactar en Palma de Mallorca el día veinticinco de agosto de mil noventa y cuatro.

 

                         Por Fausto Rodríguez de Viguri.

 




 
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