LA ENFERMEDAD DE GUMBORO
Las primeras noticias de la presencia de un <<Reo virus>>, conocido en las aves de mayor porte y desconocida su presencia hasta ah ahora en los pájaros, especialmente en los canarios, nos llevan a escribir este trabajo.
El primer toque de atención sobre este tema nos llega a través de dos trabajos del profesor cuando habla de la responsabilidad de <<un virus poco patógeno para los sujetos adultos, pero mortal para los pichones de canarios>>.
Este descubrimiento garantizado por la seriedad del Instituto Zoo profiláctico Italiano, ya aislado el microorganismo en el cuerpo de un canario, despierta inquietud e interés el tema, que creemos debemos divulgar en nuestro país.
Descartando hoy la artritis viral y otras enfermedades capaces de ser producidas por <<Revirada>>, creemos que debemos centrar el trabajo ornatico en la enfermedad de GUMBORO.
Antecedentes.
Esta enfermedad se identificó por primera vez en la localidad de Gumboro, en U.S.A., fruto de los trabajos del investigador Cosgove, que le dio el nombre de la ciudad donde la localizó.
La enfermedad de Gumboro está incluida dentro del cuadro del cuadro de las infecciosas, considerada como muy contagiosas y de origen virio, provocando diarrea y retraso en el crecimiento.
La mayor importancia de esta enfermedad radica en las lesiones que ocasiona en la <<Bolsa de Fabricio>> y consecuentemente en el trastorno del aspecto.
Esto lleva a suponer al Dr. Alemanno Capecchi la posibilidad de que sea un <<Reo virus>> que, produciendo la enfermedad de Gumboro en los pichones, puede ser la causa de la elevada morbilidad y mortalidad de los pichones en los primeros días de vida.
CONTAGIO,
Desde los últimos años del siglo XIX se conoce la existencia de agentes patógenos, de tamaño f
Tan pequeño que era invisibles y pasaban a través de los filtros, capaces de detener los cuerpos bacterianos.
La palabra <<Virus>>`procede de otra griega que significa <<zumo, fugo o secreción >>, y se les denominó así por ser inviables al microscopio, hasta que se consiguió el electrónico, gracias al cual se vieron y se fotografiaron.
Dicho esto, puede suponerse que el contagio de las enfermedades víricas siempre epidémica. En el caso de la Enfermedad de Gumboro, la transmisión se efectúa principalmente por vía digestiva, siendo las aves adultas las que actúan como PORTADORAS SANAS del virus como hemos dicho, a través de la regurgitación, y no cabe descartar a través del huevo.
SINTOMATOLOGIA
La sintomatología se detecta por diarrea intensa, con heces amarillentas, fluidas, casi acuosas o espumosas, constantes y abundantes que provoca gran humedad de las materias que rodean al ave enferma.
Esta síntomas con los de la diarrea, producto de Colibacilos o Salmonelas, es lo que ha despertado inquietud en los autores citados para que no se introduzca este agente vírico en el cuadro clásico diarreico, que tantas balas produce en los nidos, en los primeros días de vida de los pichones.
TRATAMIENTO
Como en todas las virosis, no existe terapia verdaderamente eficaz, siendo el único protector la vacunación que crea inmunidad, al igual que la crea haber sufrido la enfermedad y haberla superado.
En este último supuesto, lógicamente, los pájaros suelen ser portadores <<sanos>> que vuelven a transmitir la enfermedad, para la que no existe ningún tratamiento etiológico ni fármacos sintomáticos verdaderamente resolutivos.
CONCLUSION
Sin afirmar en modo alguno que la virosis, que produce la Enfermedad de Gumboro, sea algo común en los canarios y otros pájaros de jaula, no podemos omitir que en canarios, han sido aislados, clasificados e identificados plenamente <<Reo virus>>, causantes de dicha enfermedad, en laboratorios oficiales que nos merecen entera confianza científica.
Una sin sintomatología coincidente con la enfermedad en el tracto intestinal de los pichones, en sus primeros días de vida, nos ha llevado como lo han hecho otros especialistas en temas oriníticos, a pensar si algún <<Revirada>> puede estar presente en este cuadro patológico tan común en todos los nidos de canarios.
BIBLIOGRAFIA; Dr. Alermanno Capecchi.