CULTIVO DEL MALINOIS WATERSLAGER
ORIGENES DE NUESTRO CANARIO
J. C. G. Oudermans
Sabemos que el canario vive aun hoy en día en estado libre en las islas Canarias, pero difiere mucho, en color y forma, pero difiere mucho, en color y forma, de los que nosotros criamos. A esta transformación, sobrevenida gracias al hombre, se halla consagrada la presente nota que es, al mismo tiempo, una pequeña introducción a la historia de nuestro Malinois o Waterslager.
Hacia 1500, la cría de canarios se practicaba ya como un pasatiempo en Holanda, particularmente en Ámsterdam.
Aquellos canarios procedían de las islas Canarias y su importación, por parte de los holandeses, se hizo muy importante hacia 1575. En efecto, hacia finales del siglo XVI y en el XVII, edad de oro de Flandes, los venecianos y los turcos, aunque ya en decadencia, se repacían el Mediterráneo, Prusia no representaba peligro alguno, España era la potencia militar más poderosa de Europa, pero Holanda, después de terribles lichas que se proongaron durante generaciones, la verció obligándola a abandonar el país. Esto dio también origen a importantes compañías comerciales, y esto explica igualmente las importaciones de canarios por parte de los Holandeses. La historia de nuestro canario es recordada en un antiguo libro holandés, en el que se cuenta al siguiente interesante episodio:
<< Un viento Noroeste bramaba y se abatía, caliente y sofocante a finales de agosto de 1573,sobre un viejo velero español, haciendo resta llar la bandera de popa y silbando entre las telarañas de los obenques.
El mar se hallaba agitado, el capitán echaba pestes arrepintiéndose de haber dado la orden de abandona las islas Canarias. El viejo velero había ruta hacia Lisboa.
Los marineros eran poco numerosos y se veían obligados a realiza grades esfuerzo para controlar la situación. A causa de las guerras españolas, la carga no incluía víveres sino solamente cajas de ducados y algunas grandes jaulas y voladoras con canarios, comprados a importantes comerciantes de aquel tiempo.
Gracias a Dios, llegaron a Lisboa refugiándose el velero en la rada, en espera de poder continuar su viaje. El orden de partida fue dada por el capitán a las diez de la mañana del viernes 13 de agosto de 1,573, y el navío emprendió la ruta hacia Liorna, que en aquella época era para los españoles uno de los principales puertos de Italia. Soplaba un impetuoso viento de levante. El viaje, a través del Estrecho de Gibraltar y más tarde en el Mediterráneo, se desarrolló sin dificultades, pero al acercarse a las costas italianas de la Toscana el navío fue sorprendido por un fortísimo viento, y esta vez no pudo, desgraciadamente, presentar una efectiva resistencia. El velero perdió los mástiles, el capitán mando abrir las jaulas y la fuerza del viento empujó a los pajaros hacia la isla de Elba, donde más tarde nidificaron en su frondoso bosque. En estos lugares pronto atrae ron la atención de los holandeses ---cuya pujanza aumentaba de día en día en tierra y en él forma que unos y otros organizaron un servicio de exportación de estos pájaros por toda <<Europa>>.
Esta es la antigua historia expuesta en el también antiguo libro holandés.
El selección dieron bien pronto al canario un manto más bello, incluso se seleccionaron los de mayor tamaño y de formas elegantes, ya que el canario silvestre era y es más bien pequeño, criando con preferencia los de color amarillo: poco a poco el pájaro fue perdiendo su naturaleza salvaje, siendo considerado como un pájaro domestico, Entonces, en Ámsterdam, se creó una particular van dad de canarios, conocida bajo la denominación de antiguo canario holandés. De esta variedad existían barios tipos, que luego se dispersaron, pero fue 125 años más tarde, es decir hacia el siglo XVIII, que se decir hacia el siglo XVIII, que se pudo obtener algunos resultados importantes.
Por entonces, el Alcalde de Ámsterdam, Mr. Corver, conquistó cierta fama de buen criador, tanto en su patria como en el extranjero. Era famoso a causa de los canarios tan bonitos que criaba. Estos pájaros eran mucho más grandes que la mayoría, de plumaje y colorido soberbios. No obstante, cuando los criadores holandeses comenzaron a exporrar sus canarios, se apercibieron bien pronto de que los gustos de los otros pueblos no coincidían con los suyos: entonces los canarios holandeses fueron modificados, obteniéndose diversas variedades.
En Holanda se especializaron en el denominado Rizado. En Bélgica, en la ciudad de Malines, se seleccionaron líneas de canto, de forma y de color. En Gante y Brujas nació el famoso Jorobado Belga. En Bruselas, el pequeño bruselense o brabantino, con su colgante cabeza y de forma arqueada.
En Inglaterra, los primeros canarios seleccionados para postura fueron importados por los hugonotes, es decir por los obreros belgas que habían huido a Inglaterra a causa de las persecuciones religiosas. Se llevaron con ellos sus pájaros de cría y continuaron su reproducción, comunicando esta pasión a los vecinos de allende el Canal de la Mancha.
Nacieron así diversas variedades de canarios de forma o postura, que tomaron el nombre de Yorkshire, London Lizard, Lancashire, Norwich, Border, etc..
En Francia, en Paris y Roubaix, se especializaron en un tipo de rizado. En Alemania, la selección se dirigió en primer lugar hacía el canto, el denominado raza Saxona, pero fuego fue el canario Harzer o Roller el que se impuso y se hizo famoso, conquistando sucesivamente una gran fama con los planteles de Trufe y Seifert.
El Malinois constituye probablemente el lazo de forma y los originarios importados de las Canarias, si bien a finales del siglo XIX aún se le criaba bien sea por la forma, bien sea por el canto.
Es, pues, probable que el verdadero origen del Malinois date del siglo XVI, con los objetivos mesionados.
Sabemos que el Malinois se convirtió en el centro de atracción de esos canarios de los que los criadores flamencos lograron obtener resultados admirables, tanto en la selección como en el canto.
Todo ello se produjo a expensas de la forma y del manto del canario; sabemos bien por experiencia, de cría y de criadores, que el color, la forma y el canto rara vez son compatibles; por ello el Malinois actual, aun conservando todavía la forma esbelta y una longitud superior a la de los cantores alemanes, que recuerda sus lejanos orígenes, es hoy seleccionado únicamente por su variado y excelente canto; este canto recuerda admirablemente, los bajos y diversos murmullos del agua en los diversos murmullos de la campiña, así como los más típicos trinos del Ruiseñor.