PREPARACIÓN DE LOS CANARIOS DE
CANTO TARA LOS CONCURSOS
(4ª PARTE)
- Eliminación de los ejemplares que muestran una carencia de facultades para la función canora.
Los ejemplares de los dos primeros grupos, en teoría, habrán sido desechados ya en fases anteriores, por ello en este apartado solo se hace referencia a los terceros. Hay que distinguir de entre los canarios que hemos ido separando paulatinamente y que se hallan en este grupo, a que los que realizan giros, presentan un canto de pobre repertorio, de los que decimos que están recortados. Si no disponemos de mucho sitio, lo normal es que estos canarios estén ya en pajarerías, tenemos sitio de sobra, cosa infrecuente hoy en día, podemos intentar corregir sus defectos, la forma de hacerlo dependerá de la naturaleza de esa carencia que nos ha llevado a separarlos.
a) Ejemplares con giros defectuosos o negativos.
El criador de canarios de canto debe permanecer atento y demostrar su sensibilidad musical a la hora de la detección de giros defectuosos, o giros negativos, ya que no todos los giros defectuosos son penalizados como negativos, su ejecución simplemente resta puntuación a la hora de hacer la valoración de cada pasaje por el juez; la emisión de giros defectuosos incide en la calidad conjunta de una serie de giros encuadrables en la calidad conjunta de la planilla de enjuiciamiento.
Cabe distinguir, dentro de estos giros, en atención a su naturaleza tres tipos:
Giros propios: Son aquellos que se integran en el patrón innato del canto de nuestros ejemplares y cuya realización se debe a una predisposición genética. Este tipo de giros suelen manifestarse ya durante la fase de voladero, a partir de los dos meses de edad y son los primeros, por regla general, que suelen hacer acto de presencia.
Giros adquiridos (copiados): Son aquellos giros que el canario realiza al haberlos escuchado a otros ejemplares y que ha asimilado en su canto. Pueden aparecer en cualquier momento del desarrollo del repaso y, por lo común, desaparece el riego cuando el canario cierra canto. En muchas ocasiones este tipo de variaciones son copadas por ejemplares que enviamos a concursar antes de haber culminado la evolución de su canto.
Giros degenerativos: Son aquellos giros que aparecen en el canto como consecuencia de una carencia de facultades, de origen vario, en la plasmación de un giro que entraña en su ejecución una cierta complejidad y que se traduce en la sustitución del texto fonético original por otro de mayor facilidad, que suele propiciar giros sordos, carentes de musicalidad, que rompen la melodía intrínseca deseable en el canto del canario. Un claro ejemplo lo representa la profusión de giros pronunciados con la consonante ch, que sustituye a las consonantes originales de mayor complejidad y musicalidad. Las causas de aparición de estos giros son muy variadas: enjaula miento precoz; precipitación forzada de la evolución del repaso; dejadez por parte del criador en las atenciones debidas a los canarios (control de los distintos factores medioambientales); etc., etc.
Podemos hablar, a parte de los anteriores, de un origen de naturaleza patológica, sobre todo enfermedades de las vías respiratorias, que incide en la aparición y fijación en el repaso de giros defectuosos. Si tratamos a nuestros ejemplares a tiempo, no debería producirse la degeneración del giro, si, por el contrario, no lo hacemos, el giro puede degenerar y, a pesar de la desaparición de la enfermedad, quedar fijado en el canto. Muchas nasales y rascadas se deben a estados patológicos que el criador no ha detectado a tiempo.
Cabe hacer una escueta referencia, dentro de este apartado dedicado a los giros defectuosos, a los giros defectuosos, a las voces defectuosas o, dicho de otra forma, a esos fenómenos que afectan a la emisión sonora del canario de forma generalizada. Desde siempre, la mayor plaga que ha sido la afonía (propiamente dicha, o leve, bajo la nomenclatura de voz tomada), a ella se ha unido en los últimos. Sur causas de aparición son, principalmente, de origen genético (cruces mal confeccionados que se traducen en órganos de canto defectuosos) y de origen patológico. Contra las que tienen origen genético no hay nada que hacer, tan solo procurar no utilizar ejemplares sospechosos de transmitirlas en la cría. Las que tienen un origen patológico tienen difícil tratamiento, pero cabe la posibilidad de que desaparezcan a la vez que la enfermedad que las propició. El agua de regaliz es un buen remedio si la experiencia propia o de otros canaricultores y, en último extremo, acudiremos a un veterinario para que nos prescriba un tratamiento adecuado para la enfermedad de origen.
Mención aparte merecen las denominadas voces nabinizantes, como se conocen las voces de los canarios que aquejan un defecto tonal que causa la impresión de estar ante ejemplares, que a pesar de realizar correctamente los distintos giros que a pesar de realizar correctamente los distintos giros que conforman el canarios adultos, no han alcanzado la madurez sexual; la pobre tonalidad en la que emiten su canto se debe a un exceso de nabina en la mezcla (Citando a D. Rafael León Rivero, “El entrenamiento del canario Roller”, Pájaros nº 7, 2 Época, pág., 16 (1969): “La nabina posee sustancias anti- tirvideas o bociógenas, que provocan un agrandamiento (hiperplasia) del tiroides, glándula situada en la parte anterior del cuello de las aves y que por mediación de su hormona (tiroxina) estimula la secreción testicular, y todos sabemos que el canto de las aves es dependiente de esa secreción, que mientras más acentuada sea más estridente será el canto en cuestión. Pues bien, la hiperplasia a que nos referimos compromete la secreción de la hormona tiroidea, disminuyendo como consecuencias lógica en la circulación y por tanto el estimulo al testículo del ave no será tan marcado y su canto, en relación directa, como decíamos, con este proceso fisiológico, lambien será más suave. “El criador debe evitar, a toda costa, que esto se produzca, para ello cuidará que la dosis de nabina, en aquellos casos en que deba aumentar la habitual, no sea excesiva.
Ya hemos dicho que no es lo mismo hablar de giros defectuosos que de giros negativos a pesar de que ambas categorías se encuentren irremediablemente unidas. No todos los giros negativos de cada raza de canarios hay que acudir a su Código de canto. En concreto, para el Canto Español (Timbrado) hay tres giros que restan puntuación; rascada, estridencia y nasalidad. Veamos brevemente cada uno de ellos:
---Rascada: Defecto que tiene su origen en la excesiva predominancia de la consonante r en el texto fonético del giro, que produce un sonido duro que molesta a nuestro oído, Se da en aquellos giros donde interviene la consonante citada, principalmente en giros de ritmo continuo (timbres y variaciones rodadas) y en los denominados floreos de reñideros. No debemos confundir la rascada con los giros sesgados, propios de muchos ejemplares procedentes de cruces con canarios silvestres, en los que predomina el sonido de la consonante rq pero sin romper la musicalidad del canto.
---Estridencia: Defecto que consiste en un cambio brusco, bien en el tono, bien en la intensidad del sonido durante la emisión del canto, que provoca la perdida de la musicalidad del mismo (ritmo, armonía y melodía). Las subidas de tono e intensidad, que provocan la estridencia, pueden atenuarse disminuyendo la cantidad de luz que reciben los ejemplares afectados y aumentándoles la cantidad de nabina.
---Nasalidad: Defecto consistente en la producción de un sonido defectuoso, cuyo origen aparentemente parece estar en los orificios nasales más que en la siringe. Generalmente se da en giros en los que prevalece el sonido de las vocales (más puros que aquellos en los que dominan las consonantes) y en aquellos en los que intervienen ciertas consonantes que, por su especial sonoridad, son susceptibles de producir nasalidad si la dicción de las mismas no es la adecuada. Ejemplos de nasalidades producidas por una deficiente pronunciación, que conduce a la degeneración del giro, son las que se dan en los canarios Roller en las flautas (sustitución de la consonante d por la m) y en los canarios de canto Español (Timbrado) en la campana (deficiente dicción de la consonante n). Los giros gangosos se penalizan dependiendo de su intensidad, los casos más graves constituyen nasalidades, mientras que los leves, restan puntuación a la hora de valorar el giro, pero no llegan a ser giros negativos, propiamente dichos.