Mis experiencias en la cría del canario Roller.
Antonio Ramos Bulnes. (España)
La serie de comentarios que hoy se inician, no tienen otro objeto que dar a conocer unos hechos basados en mi propia experiencia y recopilados a lo largo de un buen número de años dedicados a la cria del Canario Roller.
Mi interés por el canario Roller se debe sin duda a la influencia de ver a mi padre con canarios Roller de tan atrás como puedo recordar, y posteriormente, ya a mis 18 años, este interés fue en aumento y quedó arraigado en mi con motivo de los primeros Concursos del Grupo Astur de Canaricultores de Gijón, en los cuales actuaba como Juez el Sr. Mariné, de quien guardo muy gratos recuerdos y aún conservo unas notas suyas sobre el canto del Canario Roller que tuvo la gentileza de dedicarme. Pero no se trata de contarles <<mi vida >>. Se trata de relatar hechos y experiencias y vamos al grano.
Empezare por las hembras, Mis hembras pasan el invierno en el exterior, casi a la intemperie, en un pequeño balcón-terraza, alojadas en una jaula del tipo llamado cajón, esto es, con solamente el frente de alambre. Este mismo tipo de jaula es usado también para la cria, que se lleva a cabo en el interior. Los rigores del invierno aquí también a veces se hacen sentir y en inviernos pasados he visto los bebederos hecho un sólido bloque de hielo. La única protección que tienen durante la noche es un plástico cubriendo el ir frente de la jaula. Las hembras no parecen acusar estas temperaturas bajas, quizá debido a que ya en Julio, cuando la temporada de cría ha llegado a su fin, pasan al exterior, tienen tiempo de irse aclimatando la temperatura ambiente.
Por otra parte, también sin duda, la alimentación influye notablemente. Diariamente tienen a su disposición alpiste, nabina y colza, además de verduras (lechuga, hojas de coliflor, etc.) y fruta, en particular manzana, pero también plátano, tomate, naranja, zanahoria cruda cortada en tajadas finas, etc. Además de esto, tiene su (llamémosla golosina) ración de negrillo unas veces, otras mezcla de semillas, otras, muy pocas, algo de cañamón, y un preparado a base de semillas remojadas que será explicado más adelante, y también harina de maíz en seco, todo ello alternándose uno con otro.
Diariamente y no importa en qué condiciones climatológicas, a las ocho de la mañana tienen su baño, y he de confesar que me admira la satisfacción y alegría que demuestran al bañarse. Estos síntomas son para mis indicativos de salud y vigor.
El preparado a base de semillas remojadas lo hago en la forma siguiente: unas dos cucharadas de nabina, una de colza, una cucharilla de Vitavena, otra de harina de maíz, y otra de pan rallado o bizcocho, estas cantidades son variables según la cantidad de semillas. Naturalmente, con estos ingredientes secos, la mezcla necesita de un poco de agua para conseguir que la citada mezcla llegue a ser suave, esponjosa y ligeramente húmeda. Este preparado, y concretamente en mi caso, pues los pájaros ya vienen acostumbrados a esto desde hace años, lo comen muy bien, y lo que es más importante, les va bien.
Su preparación es rápida, simple y el sobrante puede conservarse en un frigorífico durante dos o tres días sin problemas.
Con esta alimentación que creo muy completa, las hembras llegan al mes de Febrero mostrando algo de grasa en la pechuga y vientre, y que desaparece después de la primera semana de incubación. Aún cuando en la opinión de algunos criadores, estas hembras suelen tener problemas tanto en la puesta como en el cebado de sus crias, debo apuntar que nunca he observado problemas en este aspecto, más bien al contrario, la puesta es normal, los huevos de buen tamaño y su número en la puesta suele ser de cinco.
El motivo de tener las hembras en el exterior durante el invierno, y pasarlas dentro de casa en febrero, tiene por objeto adelantarlas para la cría, ya que el cambio de temperatura y el mayor número de horas de luz, las hace ponerse en condiciones de criar rápidamente, Soy partidario de iniciar la temporada de cria pronto (principio de Marzo) para cerrar
también antes, final de Junio o principio de Julio, fechas éstas en las que el calor comienza estas en las que el calor comienza.
Durante la cria, y para cebo de los pichones, uso únicamente el preparado que mencioné antes, ya desde hace años con resultados muy buenos. Las hembras acostumbradas a esta comida ceban muy bien, y los pichones desarrollan bien y rápido. Una vez los pichones fuera del nido, continúo suministrándoles esta mezcla diariamente, además de las semillas normales (alpiste, nabina, colza y negrillo), hasta que hayan completado la muda. En este momento, es refuerza con algo de cañamón.
Una de las cosas que creo es un error, y he visto hacerlo a muchos criadores, es retirar los huevos claros a los 6 u 8 días de incubación y con esto forzar a la hembra a hacer una puesta más rápida. En mi opinión, esto es perjudicial para la hembra y no creo que realmente se consiga adelantar en muchos días la puesta siguiente. Personalmente nunca retiro los huevos a ninguna hembra, aun cuando vea que están claros al contrario, dejo que están claros, al contrario, vea que la hembra contrario, dejo que la hembra continúe sobre los huevos durante 14 o 16 días, hasta que por propia voluntad abandona el nido. Proceder de otra forma es romper el ciclo natural de puesta, incubación y cría de pollos. Si los huevos están claros, la hembra comprende esto y, como digo, abandona el nido, preparándose por su instinto natural para la próxima puesta. Los pájaros, al igual que nosotros, tienen su sistema nervioso y debemos procurar no alterarlo.